El Ayuntamiento de Alberic quiso ayer dar un paso adelante y situarse al lado del Centro de Educación Infantil y Primaria El Convent, capitaneando las exigencias ante la Conselleria d'Educació para que acondicione el colegio, dado los informes técnicos que apuntan que puede estar en riesgo la salud de los escolares y docentes. Todos los grupos políticos con representación en el ayuntamiento y los concejales no adscritos aprobaron unánimemente en el último pleno una moción denunciando el «lamentable estado del edificio del colegio El Convent» y acordaron que se lleve a cabo la redacción de un proyecto técnico de valoración y presupuesto de reparación del techo y de los otros desperfectos del centro, trasladando el mismo a la conselleria para que ejecute las reformas de manera inmediata.
Así, el alcalde, Toño Carratalá, se mostró especialmente taxativo con el tema al considerar que el Consell debe aprobar ya la reforma de un centro que, en sus instalaciones históricas, cuenta con décadas de historia. El alcalde ha recibido en el ayuntamiento las quejas de varios representantes de padres y madres de alumnos e incluso miembros de la AMPA acudieron al último pleno para trasladar a las fuerzas políticas la urgente necesidad de la reforma del centro. Es por ello, que el equipo de gobierno que comanda Carratalá ha querido capitanear las reclamaciones aportando la fuerza representativa que supone el consistorio.
«Existe riesgo de desplome de la zona del cañizo por lo que es necesario que la conselleria acometa las reformas necesarias antes de que pueda acontecer una catástrofe y ser demasiado tarde. Son competencia de la conselleria los gastos de inversión en las infraestructuras del edificio educativo mencionado. Y en este caso en el que los vecinos de Alberic están en peligro es una obligación, no una opción», argumentó Carratalá. La conselleria, hasta el momento, no ha respondido ante los diferentes requerimientos del consistorio alberiquense y las denuncias realizadas por otros organismos como el sindicato CSI·F. El centro ya sufrió en el año 2009 el desprendimiento de parte del techo, por lo que los precedentes son preocupantes, que se suman además al incumplimiento de las normas de accesibilidad y prevención de incendios en unas instalaciones arcaicas que precisan de una rehabilitación y adecuación a la legislación actual.
