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Los médicos exiliados de la República

El carletino Ramón Trullenque recopila las vivencias de su paisano Vicente Ridaura tras la guerra, uno de los más de 500 que tuvo que marcharse

recopilación histórica sobre el exilio.La marcha obligada marcó a toda una generación de médicos y científicos. Llegada a Veracruz (México) de los exiliados españoles.y El médico carletino Vicente Ridaura y el también carletino Ramón Trullenque, que ha recuperado su historia. f levante-emv

El drama de la guerra Civil truncó los proyectos personales de millones de españoles, entre ellos los de una generación entera de médicos. El cirujano, profesor e historiador carletino Ramón Trullenque ha recuperado, a través de las vivencias en el exilio de su paisano Vicente Ridaura, aquella diáspora, en la que se vieron involucrados 287 médicos españoles, una veintena de ellos valencianos, exiliados a México tras la victoria de Franco en España.

Trullenque ha presentado recientemente su trabajo en la última Asamblea de Historia de la Ribera, celebrada en Albalat. En él indaga sobre el exilio bajo la mirada del médico carletino Vicente Ridaura, nacido el 2 de diciembre de 1909.

Trullenque recuerda que llegó a conocer al propio Ridaura ya mayor, en los años setenta. «Tenía una vitalidad tremenda, que impresionaba realmente; era gente muy idealista, continuaba pensando que era necesario seguir trabajando para cambiar el mundo y había que hacerlo a través de la educación», recuerda.

Pasión por la docencia

Una pasión por la docencia que heredó de su padre, el maestro Vicente Ridaura, que impulsó en el saber y trató de dotar de la capacidad de pensar a toda una generación en el Carlet de los años de la guerra. El municipio dedicó finalmente al mestre roig la calle que aún hoy lleva al Parque Escolar. Su hijo heredó la preocupación por los problemas sociales, que incluso retardaron su titulación como médico, en junio de 1936. El golpe de Estado de Franco le sobrevino en su viaje de bodas, con Cecilia, en plena guerra. «Ambos tuvieron que partir después a un exilio que fue penoso», resume Trullenque. Primero a París, donde Ridaura contactó con la el antiguo rector de la Universitat de València, Josep Puche y participó en 1939 en la fundación de la Unión de Profesores universitarios españoles en el extranjero, con el objetivo de preservar una especie de universidad republicana en el exilio. Sólo en 1939 habían pasado a Francia 527.843 españoles —73.898 valencianos— de los que 553 eran médicos.

Uno de los primeros países solidarios con los exiliados de la España republicana fue México, presidido por el general Lázaro Cárdenas, que abrió las puertas a la diáspora republicana. Con destino a Veracruz partieron Vicente y Cecilia, junto a una veintena más de médicos valencianos.

Pese al drama del exilio, el recibimiento fue apoteósico. Toda la población se volcó en el recibimiento a los españoles. El doctor Ridaura convalidó sus estudios en la Universidad Autónoma de Nuevo Leon y se especializó en Endocrinología. Ejerció la medicina general y la docencia en Tampico, donde dejó huella por su trato afectuoso. En 1975, Vicente i Cecilia llegaron a plantearse el regreso a España, aunque sólo fue temporal porque en México tenían a su familia y amigos. Finalmente, el médico carletino falleció el 26 de agosto de 1980.

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