Una misión de espías en el centro de Alzira

El juego sirve para potenciar el ingenio, el pensamiento abstracto o el trabajo colectivo

Carles Senso | alzira

Contar qué ocurre dentro de una habitación cerrada llena de acertijos, secretos y enigmas de los que no se puede relatar nada. Ese es el propósito. Alzira se ha sumado recientemente a la expansión de un movimiento peculiar como pocos, el escapismo en vivo. Los aficionados a este mundo se ven involucrados en un misterio del que reciben diferentes claves, con las que tienen que conseguir salir de una sala cerrada a cal y canto. Skp Room Alzira abrió recientemente en la calle Benito Pérez Galdós, número 27, de la mano de Roberto Moreno y Alma Solar, una pareja que diseñó un acertijo en forma de juego que ha llamado ya la atención de cientos de participantes, que se han introducido en la sala para desvelar el secreto de la espía Alice Drake. Normalmente, los retos se emprenden en grupos de cuatro a seis personas, yendo ya equipos de amigos y amigas que compiten entre ellos y que incluso apuestan sobre quienes conseguirán rebajar el tiempo. También van familias y empresas, que intentan potenciar entre sus empleados destrezas de ingenio, pensamiento abstracto o lógica y trabajo en equipo.

No hay edad para practicar el juego e incluso Moreno observa destrezas en los niños que cuesta ver en los mayores «porque ellos no están viciados por la lógica», considera. No valen allí los estudios medios o superiores y destacan otras facultades como la capacidad de observación, deducción y orientación, viéndose en la sala, cuando la salida está bloqueada, la personalidad de cada uno, que aflora con claridad. Aficionados de Paterna, Algemesí, Valencia, Silla, Alaquàs o Carcaixent, además de muchos de Alzira, han pasado ya por las instalaciones ribereñas para hacer frente al reto. De hecho, los responsables del proyecto ya están elaborando una segunda y tercera misión, para las que piensan acondicionar otras salas del reciento, a los que dotarían de nuevos retos, de nuevas historias secretas que se encargarán de desvelar los concursantes.

Una vez comienza el juego, los participantes deben fijarse concienzudamente en todo y cada uno de los objetos que se hallan en la sala cerrada pues les reportarán pistas, logogrifos, acertijos y direcciones que les encaminen hacia la resolución final. El juego, según desvela el emprendedor alcireño, está configurada para que no sea lineal, por lo que los participantes deben ser los que relacionen los objetos para conocer su valía, inmediata o futura. Es ahí cuando se demuestran muchas de las destrezas claves en la resolución de los secretos. El nivel de concentración cuando se entra en la habitación es tal, según relata Moreno, que algunos de los participantes les confesaron antes de la prueba problemas de claustrofobia que olvidaron después, convirtiéndose la experiencia en un sistema cuasi curativo.

«Mi nombre en clave es Alice Drake, trabajo como espía para una de las organizaciones no gubernamentales más influyentes del mundo y necesito tu ayuda». Así comienza una historia plagada de investigaciones y pesquisas. ¿Seguro que no le apetece el reto?

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