La remodelación de la planta de Guadassuar estará acabada en junio

La nueva instalación de tratamiento y compostaje así como la planta de residuos voluminosos de Guadassuar estarán en funcionamiento antes de que termine este año, según las previsiones anunciadas por el Consorcio Ribera i Valldigna, controlado por el PP.

El Ayuntamiento de Guadassuar ha concedido recientemente la licencia de obras a Reciclados Ribera Xúquer SL para la construcción de la planta de tratamiento de residuos voluminosos, un proyecto que ya cuenta con las autorizaciones y los informes ambientales favorables de la Consellería de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente.

Los trabajos de remodelación comienzan este enero y el plazo previsto de finalización es de cinco meses teniendo en cuenta, además, que también se ejecutará la construcción de la nueva instalación, destinada al tratamiento de las fracciones orgánicas de residuos domésticos.

Con carácter previo al inicio de la actividad, deberá obtenerse la correspondiente licencia para las instalaciones fijas necesarias y garantizar las cargas previstas en el planteamiento con respecto de la mejora de accesos.

El presidente del Consorcio Ribera i Valldigna y alcalde de Guadassuar, José Ribera (PP), ha destacado «la importancia de estas nuevas instalaciones cuya puesta en marcha coincide con el término del contrato con la Diputación de Valencia para ser gestionadas por la empresa Reciclados Ribera del Xúquer por un periodo de 25 años».

Ribera ha puesto de manifiesto que el citado proyecto «va a significar una importante mejora en todo el proceso y tratamiento de los residuos de los 52 municipios que integran el Consorcio Ribera i Valldigna». Asimismo, ha destacado que la tasa por el tratamiento de residuos «no va a registrar ningún aumento para los usuarios» y señala que «puede, incluso, que se rebaje el recibo puesto que vamos a ahorrar al reducir los costes de transporte de los residuo».

Desde el PSPV de la Ribera Alta sin embargo discrepan profundamente y han advertido de que la inversión y amortización de las obras, además de la gestión de la planta — que cifran en unos 85 millones— podría elevar la tasa hasta un 30 por ciento. La formación socialista también ha denunciado las «prisas» del consorcio por iniciar las obras a pocos meses de las elecciones.

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