El Consell aún no contempla abrir el centro de día acabado en 2009

El desembarco de miembros del Consell en la comarca de la Ribera continuó ayer con la visita de la consellera de Bienestar Social, Asunción Sánchez Zaplana, al centro de día y ocupacional Mare de Déu del Castell de Cullera y a la residencia Carmen Picó de Alzira.

Las instalaciones de Cullera empezaron a funcionar en 2009, pero lo que aún no se ha abierto es el centro de día que se encuentra en el mismo edificio. Pregunta por Levante-EMV sobre esta cuestión, la consellera indicó que desde el centro le han trasladado también esta petición e indicó que ahora que parece que hay una recuperación económica se estudiará «en qué plazo de tiempo y bajo qué coste» se podrían abrir estas instalaciones.

Durante este año se intentará acabar de perfilar el coste económico «para que se ponga en marcha cuanto antes» este servicio, dijo. Estas instalaciones tendrían capacidad para unas 20 plazas, según informaron anteriormente desde la conselleria.

Sánchez Zaplana también detalló que, al estar el edificio ya construido, se trataría sobre todo de contratar a personal; algo que hasta ahora las Administraciones Públicas no han podido hacer debido a la crisis económica. Además, algunos talleres y estancias se compartirían con los alumnos del centro ocupacional. De hecho, tras su visita, la consellera también recorrió las instalaciones del centro de día que actualmente se encuentran cerradas.

Desde el centro de Cullera también le solicitaron a Sánchez Zaplana poder tener cocina propia, ya que ahora a los alumnos les sirve un «catering».

En mayo se celebrarán los comicios electorales y los cargos del Consell parece que han aumentado su presencia en la Ribera. El lunes, el propio presidente de la Generalitat Valenciana, Alberto Fabra y diversos consellers visitaron la comarca. Ayer fue el turno de Sánchez Zaplana, que justificó su visita a Cullera explicando que quiere ver de primera mano cómo funcionan los centros dependientes del Instituto Valenciano de Atención a los Discapacitados y Acción Social (Ivadis) y escuchar las peticiones y «alguna alabanza» que también hay en «alguna ocasión» de los usuarios y trabajadores.

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