Alzira derriba la tercera casa ilegal en quince meses

El ayuntamiento ejecuta la demolición de una vivienda de madera al desoir el propietario la orden municipal y le pasará al cobro los gastos

Alzira derriba la tercera casa ilegal en quince meses

Alzira derriba la tercera casa ilegal en quince meses

p. f. alzira

Una pala retroexcavadora contratada por el Ayuntamiento de Alzira derribó ayer una casa de madera de unos 50 metros cuadrados de superficie en las inmediaciones del Camí Pujol. Es la tercera demolición de una construcción ilegal que ejecuta el consistorio en un plazo de quince meses al desoir los propietarios las respectivas órdenes de derribo. En este caso, además, se produce tras un largo expediente de infracción -la casa se construyó en suelo no urbanizable de protección agrícola- que, según fuentes municipales, arranca en el año 2009 y que ha recalado varias veces en el juzgado ya que el titular recurría por sistema cualquier resolución municipal.

El juzgado de lo contencioso administrativo número 2 de Valencia desestimó en otoño su recurso contra el acuerdo por el que el ayuntamiento aprobaba la ejecución subsidiaria -realiza las obras y pasa al cobro los gastos al implicado- y allanó el camino para obtener una autorización para acceder a la parcela y ejecutar el derribo, que se produjo ayer. Con todo, cabe señalar que la pala deberá regresar a esta parcela ya que la casa de madera, que dio lugar a un primer expediente, es sólo la mitad de la vivienda. Fuentes municipales indicaron que pese a la apertura del mismo se han seguido realizando ampliaciones -muy modestas, con un aspecto exterior de chabola- que también son ilegales y también se deberán derribar.

Dos patrullas de la Policía Local acompañaron al arquitecto municipal y a la empresa de derribos a primera hora de la mañana de ayer. El día anterior se había intentado notificar sin éxito al propietario la entrada en su terreno, por lo que se le dejó la comunicación en la puerta, aunque ayer sí se encontraba en la vivienda con su familia. Tras unos momentos de tensión, el afectado pidió que se le diera un tiempo y él asumiría el derribo, aunque la autorización para acceder a la parcela vencía ayer y la pala y los camiones estaban allí. Se le dió una hora de margen para que vaciara la casa y la pala ejecutó la demolición de esta casa.

Se da la circunstancia de que, en la misma parcela, el ayuntamiento ya derribó en noviembre de 2013 una caseta muy modesta de un compatriota al que este hombre de origen rumano había denunciado tras venderle la construcción, según explicaron desde el ayuntamiento. El cruce de denuncias acabó salpicando a las obras que él había realizado. Parte de ellas fueron derribadas ayer.

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