«Nos dejan sin vivienda y no tenemos dinero»

«Si la derriban nos dejan sin casa y no tenemos dinero para nada». Así se expresaba ayer Corina Luminita, esposa de Doru Putaru, el propietario de la vivienda, momentos antes de que la pala echara abajo la primera parte de la misma. Asegura que no tenía constancia de las pretensiones del ayuntamiento ya que el abogado les había indicado que todo se había archivado y, por tanto, les había cogido por sorpresa, mientras mostraba una resolución de febrero de 2014 por la que el juez desestimaba el acceso. «El abogado tampoco sabe nada», dijo.

Su marido fue incluso más allá al señalar que se trata de un caso de «racismo». «Quieren que nos vayamos de aquí», indicó Putaru, que denuncia unas supuestas irregularidades para justificar el derribo. Según su versión, la casa se habría construido en el año 2006 «y no en 2009 como dice el ayuntamiento» y la infracción habría prescrito. Se da la circunstancia de que éste fue uno de los argumentos que expuso en el último contencioso, si bien la magistrada dejó claro en su resolución que se trata de objecciones que se deberían haber planteado con anterioridad y, en concreto, en el momento en que el ayuntamiento dictó la orden de derribo, en febrero de 2012.

«Siempre nos han hecho daño porque somos rumanos», incidió Putaru, mientras señalaba que si bien ha cruzado denuncias con otros vecinos con los que mantiene una mala relación, las suyas no han servido para nada. p. f. alzira

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