Los regantes de Carcaixent reprochan a Císcar el retraso en la modernización
El vicepresidente acude a vender gestión a un feudo del PP cuatro días después del conseller Hacienda

Los regantes de Carcaixent reprochan a Císcar el retraso en la modernización
carlos alós alzira
El PP de la Comunitat Valenciana está convencido de que tiene opciones de retener la Generalitat si logra convencer a sus antiguos votantes. Sectores históricamente fieles al partido de la gaviota que ahora huyen despavoridos. A esos se dirige el Consell. El lunes el responsable de Hacienda, Juan Carlos Moragues, se reunió con usuarios del centro de mayores de Carcaixent para anunciarles que pueden jugar al bingo siempre que apuesten cantidades razonables, que la nueva ley del Consell regula: 20 céntimos por cartón.
Ayer le tocó el turno al vicepresidente y conseller de Agricultura y Agua, José Císcar, esta vez con representantes del sector agrícola y regantes, otros dos colectivos tradicionalmente proclives al PP, pero que ahora parecen dar la espalda. Lo comprobó en primera persona el vicepresidente, que escuchó reproches de los directivos de la Real Acequia de Carcaixent por el retraso en las obras de modernización de regadíos.
El presidente de la entidad, Pere Borrás, llegó a soltarle al vicepresidente que no es necesario el trasvase del Ebro, una de las grandes reclamaciones históricas del PP y sobre la que han sustentado incluso victorias electorales. Borrás añadió que los regantes de Carcaixent no han recibido ninguna ayuda para la modernización de regadíos y reprochó incumplimientos del Consell, pese a que, dijo, son solidarios con Alicante y con el suministro de agua de calidad a la Ribera «¿Para cuándo las ayudas a nosotros?», preguntó.
No fue el único reproche, representantes del sector agrícola lamentaron la merma en las ayudas a los seguros agrarios pese a la crisis agraria, lo que calificaron de «hecatombe» para Carcaixent.
Císcar aseguró que el Consell ha aprobado ayudas a la modernización y que está «encima» del Gobierno para que envíe «lo más rápido posible» los 50 millones que prometió para el regadío ribereño.
El número dos de Fabra aseguró que se ha redoblado «el esfuerzo presupuestario« para modernizar la agricultura al aportar 192 millones de euros de fondos propios, casi el doble que en el periodo anterior, para financiar el nuevo Programa de Desarrollo Rural 2014-2020, según explicó.
Císcar se refirió también a la actuación desarrollada en Carcaixent en el marco del anterior programa de Desarrollo Rural, que consistió en la reordenación de viales principales de la población y que supuso una inversión de más de 1,7 millones de euros.
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