El Ayuntamiento de Alzira pretende que antes de concluir el actual mandato todas las empresas ubicadas en el polígono industrial de la Carretera de Albalat se conecten a la red de alcantarillado. La junta municipal de gobierno ha acordado recientemente requerir a los propietarios de las últimas industrias y naves que todavía no han realizado esta conexión para que, en el plazo de un mes, soliciten la preceptiva autorización municipal para ejecutar este enganche. Fuentes consultadas estimaron en torno a cuarenta las empresas que se encuentran en esta situación y a las que el consistorio ha decidido dirigir este requerimiento.
El concejal de Urbanismo y Medio Ambiente, Enrique Montalvá, comentó que la ley «obliga» a que, cuando existe la posibilidad, todos los vertido se realicen a través de la red de alcantarillado y que, una vez el ayuntamiento ha realizado las inversiones oportunas en los últimos años para completar la red de saneamiento del polígono industrial más poblado de Alzira, corresponde a los empresarios solicitar el permiso de vertido y conectarse. Montalvá, no obstante, defendió que la ausencia de esta conexión no significa que se estén realizando vertidos directos al río ya que, según indicó, las empresas disponen de fosas sépticas o sistemas de depuración.
El requerimiento municipal a las empresas se produce tras una solicitud de información por parte de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), con la que el ayuntamiento mantiene un pulso constante por las liquidaciones del canon de vertidos a cauce público que le pasa al cobro. Cabe recordar que en el polígono de la carretera de Albalat se localiza uno de los puntos de vertido existentes en el término de Alzira.
La CHJ pasa al cobro anualmente una liquidación del canon de vertidos por cada uno de estos puntos, que el ayuntamiento recurre de forma sistemática por disconformidad con los cálculos que realiza el organismo de cuenca. Cabe señalar que los últimos recursos que han trascendido corresponden a las liquidaciones de 2013 relativas al punto de vertido del polígono conocido como la Ciudad del Transporte, al otro lado del río, y al que recoge las aguas de algunas empresas del polígono Carretera de Albalat. En el primer caso el ayuntamiento expresaba su disconformidad porque se penalizaran como si fueran vertidos sin ningún tratamiento cuando sí pasan por una depuradora mientras que, en el segundo, alegaba que el canon de 8.000 euros pasado al cobro se basaba en una estimación «arbitraria» del consumo de agua que multiplicaba el volumen suministrado a las empresas de la zona.
Entre las empresas que no se encuentran conectadas aún a la red de alcantarillado hay naves del tramo final del polígono pero también otras ubicadas junto al antiguo camino de Benicull. Al parecer, también figuran naves que en estos momentos carecen de actividad. El ayuntamiento alerta de que, en caso de incumplir este requerimiento, los propietarios se pueden enfrentar a posibles sanciones.
