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Vecinos de Sueca llevan siete años indefensos frente al ruido de la A-38

El ministerio de Fomento todavía no ha concluido el estudio que prometió sobre el impacto acústico que genera la circumvalación

Vecinos de Sueca llevan siete años indefensos frente al ruido de la A-38

Los vecinos del entorno del final de la avenida del Mestre Serrano de Sueca todavía se encuentran a la espera del estudio acústico de detalle sobre el impacto que genera la autovía A-38 a su paso por la población. La nueva circunvalación fue inaugurada en julio de 2008 y enseguida comenzó a generar molestias. Un centenar de vecinos cuyas viviendas se encuentran próximas al vial comenzaron su cruzada contra el ruido hace casi cinco años.

Llevaron sus reclamaciones hasta la oficina del Defensor del Pueblo, desde donde les comunicaron el pasado octubre que la Dirección General de Carreteras había licitado en mayo de 2014, el contrato de asistencia técnica para el «Asesoramiento y coordinación en materia de medio ambiente relativo a las obras de construcción en la Demarcación de Carreteras del Estado en la Comunidad Valenciana».

Desde el Ministerio de Fomento aseguraron al Defensor de Pueblo que tras esa contratación «se realizará un estudio específico de mayor detalle para analizar el ruido en la intersección de la calle Verónica con la avenida del Maestro Serrano, lugar que se cita expresamente en la queja presentada».

Nueve meses más tarde, los vecinos siguen sin conocer si el estudio se ha realizado y, en caso afirmativo, el resultado de éste. «Desde la agrupación de vecinos estamos vigilantes y expectantes ante una respuesta del ministerio, y en caso contrario, tenemos la intención de poner el caso en conocimiento del Comité de Peticiones del Parlamento Europeo», aseguraron ayer a Levante-EMV.

Los afectados ya habían reclamado al Ministerio de Fomento en noviembre de 2010. Solicitaron que la nueva autovía A-38, todavía en período de garantía, cumpliera la declaración de impacto ambiental y la legislación vigente en materia de protección frente a la contaminación acústica. Así, instaron al ministerio a realizar mediciones acústicas diurnas y nocturnas, así como en diferentes condiciones meteorológicas. Además solicitaron la mejora de las pantallas acústicas existentes y la limitación de la velocidad a 80 kilómetros por hora, entre otros detalles.

La respuesta en el sentido que el ruido era generado por la carretera de Albalat y el matadero municipal, no satisfizo. Esta última instalación había cerrado meses antes, por lo que no tenía actividad ninguna y difícilmente podía producir molestias. Su malestar les llevó a pedir la mediación del Defensor del Pueblo, que interpretó que la demarcación territorial del ministerio dejaba en indefensión administrativa a los afectados y tomó cartas en el asunto poniéndose en contacto con la Dirección General de Carreteras.

Ahora, en el último escrito a los afectados que cierra el expediente iniciado a finales de 2011, la Defensora del Pueblo, Soledad Becerril, comunicaba que según la Demarcación de Carreteras se emitieron dos informes, en marzo de 2012 y febrero de 2014 en los que resumidamente señalaba la instalación de las pantallas exigidas en el apartado 5 de la Declaración de Impacto Ambiental, de 26 de marzo de 2001. En ambos documentos se indicaba que en total se habían implantado 655 metros de pantallas acústicas de 2,50 metros de altura sobre el nivel de la calzada, con el fin de que no se superasen los 55 decibelios (dB) en período nocturno y los 65 dB en horario diurno, según lo establecido en la ley valenciana 7/2002 de Protección contra la Contaminación Acústica.

Así, desde la institución mediadora dan por terminadas las actuaciones al entender que «la Secretaría de Estado de Infraestructuras, Transportes y Vivienda ha aceptado las sugerencias formuladas y su problema podría estar en vías de solución». Sin embargo, los vecinos que se consideran afectados desconfían de que la Administración cumpla su compromiso. Por ello, insisten en que «acudiremos donde haga falta para acabar con las molestias que estamos padeciendo demasiado tiempo ya».

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