El equipo de mediación desplazado a Alzira por la dirección de Podemos para acercar posturas en la crisis que ha fracturado el colectivo local -el sector crítico ha pedido por escrito la expulsión del secretario general, Ferran Arroyo, que mantiene el apoyo de una parte del consejo ciudadano tras su amago de dimisión, ya que la anunció primero aunque dio marcha atrás- considera imposible alcanzar un acuerdo de consenso, por lo que elevará su informe a la Comisión de Garantías para que actúe en consecuencia, lo que podría derivar en medidas disciplinarias. Miembros de ese comité de conflictos tienen previsto desplazarse de nuevo a Alzira la próxima semana para, al parecer, dar cuenta de sus conclusiones tras fracasar el intento de mediación tras reunirse durante horas con los sectores enfrentados.
Asamblea extraordinaria
La fractura que vive el colectivo de Podem Alzira llega al extremo de que en la última asamblea convocada por los críticos -a la que no asistió la dirección, ya que no la reconocía- se acordó convocar otra extraordinaria para el 10 de abril con un único punto en el orden del día para valorar la posibilidad de disolver el círculo con la pretensión de refundarlo. Se planteó como un intento de buscar soluciones desde dentro y la asamblea se celebrará aunque no es previsible que se llegue a un acuerdo de disolución ya que, en base a los estatutos del partido, no serviría para descabalgar a la actual dirección que encabeza a Arroyo, ya que se mantendrían los órganos electos.
Así las cosas, el futuro del círculo de Alzira está pendiente de la resolución que dicte la Comisión de Garantías de Podemos. Los críticos se han mostrado optimistas ante la posibilidad de que el partido se ponga de su lado en una crisis con dos posturas irreconciliables.
