La piscina de Cullera, uno de los proyectos más demandados por los vecinos y que el gobierno local había prometido poner en marcha en breve, tampoco se inaugurará en el actual mandato. Ante la cercanía de las elecciones locales del mes de mayo, el lunes finalizó el plazo para poder realizar actos inaugurales.
En el pleno municipal del pasado martes se aprobó delegar en la Diputación de Valencia la contratación de una parte de las obras de la piscina que se incluyen en los Planes Provinciales (los conocidos como Pepos). Pero el portavoz del PSPV, Jordi Mayor, aprovechó el punto para reprocharle al alcalde el retraso que lleva acumulado esta infraestructura. Además, advirtió de que, pese a la subvención provincial, «aún faltarán una serie de cosas que hacer y un dinero que no tenemos».
Mayor también lamentó que el dinero de los Pepos de 2014 y 2015, que hasta ahora se solía utilizar para arreglar las calles, «se entierre» en la piscina, cuando, a juicio del socialista, la Generalitat Valenciana debería haber financiado la obra por completo.
Pero el alcalde de Cullera, Ernesto Sanjuán, señaló que las obras interiores del centro deportivo están muy avanzadas y «quedará muy poco para terminarla», en referencia a la piscina. Sanjuán añadió que el proyecto cuenta con financiación y tan solo falta que la Generalitat Valenciana les dé autorización para licitar esta nueva fase de las obras.
Sistema de gestión
Jordi Mayor también afirmó que la piscina debería tener una gestión pública porque sino el ayuntamiento tendrá que asumir las pérdidas que tenga la empresa adjudicataria.
Pero Sanjuán respondió que ya hay tres firmas interesadas en gestionar el complejo deportivo y aseguró que, al acoger también otras actividades deportivas, el centro será rentable.
