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Los líos internos marcan la trayectoria en la comarca

Alzira, Sueca, Cullera y Algemesí han registrado sonadas guerras entre militantes en solo cuatro meses de existencia oficial

La decisión de Podemos de no presentarse a las próximas elecciones municipales para salvaguardar la marca de posibles arribistas y evitar dañar al partido de cara al gran objetido de ganar las próximas elecciones generales ha conseguido en ocasiones el efecto contrario, generando sonadas guerras internas entre los partidarios de ir a las municipales del 24 de mayo y los detractores de esa posibilidad.

En tan solo cuatro meses de existencia oficial, los círculos —agrupaciones— de Podemos en las grandes poblaciones de la Ribera han vivido un largo serial de conflictos que han conllevado dimisiones, escisiones, destituciones fallidas y desencuentros entre militantes con insultos de por medio.

En Alzira, la situación actual del círculo está en manos del comité de garantías nacional, que deberá resolver el conflicto generado entre el sector crítico y el Consejo Ciudadano. Los críticos han pedido por escrito la expulsión del secretario general, Ferran Arroyo, que mantiene el apoyo de una parte de la dirección tras su amago de dimisión, ya que la anunció primero aunque dio marcha atrás. El partido envió un equipo de mediadores que consideró imposible alcanzar un acuerdo de consenso, por lo que elevará su informe a la citada comisión para que actúe en consecuencia, lo que podría derivar incluso en medidas disciplinarias.

En Sueca, la última asamblea acabó entre insultos y con dimisiones incluidas. Los críticos intentaron de nuevo que el partido avalara la concurrencia a las municipales bajo la marca Canviem entre tots, pese a que en febrero la mayoría del consejo ciudadano ya había decidido no concurrir a las elecciones del 24 de mayo. A fecha de hoy, todavía no está claro si se presentarán.

En Cullera, el Consejo Ciudadano también llegó a presentar una fallida dimisión por desavenencias con un sector interno, partidario de ir a las elecciones, posicionamiento con el que la mayoría del órgano directivo no estaba de acuerdo.

Los críticos acabaron abandonando el círculo local y algunos han creado un partido de nuevo cuño que ha acabado coaligándose con Esquerra Unida.

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