Las nuevas bases de la diputación para la concesión de instrumentos a las sociedades musicales a través del programa «Retrobem la nostra música» en su edición 2015-16 publicadas el jueves han acabado por encender todavía más los ánimos entre las bandas de la comarca. Tras las recientes protestas de ocho entidades de la Ribera Baixa por la mala calidad de las piezas recibidas en la anterior convocatoria, el entre provincial ha decidido cubrirse las espaldas y eximirse de toda responsabilidad de cara al futuro en caso de que los instrumentos que él mismo entrega no cumplan con las expectativas de las agrupaciones.
A diferencia de lo que figura en las bases de 2013, ahora la institución que preside Alfonso Rus incluye en ese documento un párrafo en el que precisa que «debido a los requisitos exigidos por la normativa en materia de contratación pública, las descripciones de los instrumentos que figuran en los anexos de las presentes bases son meramente indicativas». Asimismo, deja claro que las características de las piezas quedan sujetas a las que «las empresas suministradoras incluyan en su oferta». Por otra parte, y en aras de evitar que los beneficiarios puedan volver a reclamarle instrumentos mejores como ahora ha sucedido, advierte de que cualquier variación en las características finales no darán derecho a formular nueva solicitud.
«Tomadura de pelo»
El presidente de la comarcal de la federación de sociedades musicales de la Ribera Baixa, Guillermo Colechá, aseguró este viernes que las nuevas bases son una «tomadura de pelo» y añadió que han provocado un mayor enfado en las entidades. A su juicio, se desmontan los argumentos que la propia diputación dio tras las quejas de las bandas por la mala calidad de los instrumentos, amparándose en que las características prometidas simplemente eran «orientativas».
«En las bases de 2013 no aparece ninguna motivación que justifique esa respuesta», expresó Colechá, quien aportó el texto de esa convocatoria para demostrarlo. El dirigente de las bandas considera que la inclusión ahora del citado párrafo es consecuencia de la presión de las entidades.
Por otro lado, Guillermo Colechá defiende que no hay motivaciones legales para condicionar las características prometidas a lo que finalmente decidan las empresas adjudicatarias. «Ellas pondrán lo que tú les pidas y no lo que ellas quieran. No tiene sentido», afirmó.
Las bandas han exigido que se les cambie los instrumentos por su mala calidad. Pese a que la diputación negó esa posibilidad y remitió a reclamar a los proveedores, las bandas siguen con su intención de crear un frente común con el resto de las entidades de la provincia para que la diputación ceda y les cambie las piezas por otras mejores.
