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La falta de uso acelera la degradación del Palau de Casassús

El Ayuntamiento de Alzira retira una viga del patio interior para evitar que un posible desplome causara nuevos daños en este edificio del s. XVII

La falta de uso acelera la degradación del Palau de Casassús

El Palau de Casassús ya se encontraba muy deteriorado cuando el Ayuntamiento de Alzira formalizó su compra hace una década y la falta de uso ha agravado este proceso de degradación hasta el punto que una grúa tuvo que retirar días atrás una viga del patio interior para evitar que un hipotético desplome pudiera generar daños mayores. Los técnicos municipales recurrieron en un primer momento a los bomberos, que comprobaron con su vehículo de altura el riesgo que representaba una viga que se apoyaba sobre un tabique «muy fino», aunque alertaron de que no tenían la accesibilidad necesaria para actuar, y finalmente el ayuntamiento solicitó los servicios de una grúa, que se encargó de retirar esta viga de forma preventiva. El concejal de Urbanismo, Enrique Montalvá, comentó ayer que los técnicos están realizando una valoración del estado de este inmueble del siglo XVII que se elevará a la Conselleria de Cultura para determinar «qué se puede hacer».

La retirada de esta viga se produjo el jueves. Montalvá señaló que fueron los propios técnicos municipales los que, «en una inspección ocular rutinaria», detectaron que esta viga del patio interior amenazaba con desprenderse y optaron por una retirada controlada para evitar que una posible caída pudiera generar nuevos daños en un inmueble que, como admitió el propio edil, se encuentra «bastante deteriorado». El edificio está catalogado como Bien de Relevancia Local y forma parte del conjunto histórico de la ciudad, que está declarado Bien de Interés Cultural por lo que cualquier intervención debe pasar el filtro de Cultura.

Cabe recordar que el Ayuntamiento de Alzira acordó en abril de 2004 la adquisición del Palau de Casassús por 582.000 euros, en una operación que contemplaba un primer pago de 192.000 euros a modo de opción de compra que debía hacerse efectiva al año siguiente con la liquidación del resto del importe. Se cumple por tanto una década desde que este singular edificio que cuenta en su fachada con un escudo de armas pasó a manos municipales.

El ayuntamiento llegó a anunciar en el año 2006 un proyecto de restauración, que cifró en algo más de un millón de euros, casi el doble del coste del inmueble, aunque los recortes que se aplicaron en los primeros momentos de la crisis económica aparcaron esta rehabilitación. De hecho, el gobierno municipal incorporó a los presupuestos de 2008 una partida de 535.000 euros para acometer la rehabilitación de este palacio nobiliario -preveía completar esta asignación con ayudas de la Generalitat- aunque al constatar a mediados de año que no se cumplían las previsiones de ingresos decidió congelar algunas de las inversiones proyectadas, entre ellas la del Palau de Casassús, uno de los ejemplos de arquitectura foral que se conservan en Alzira.

El ayuntamiento había previsto concentrar en este mueble dependencias vinculadas al área de Promoción Económica, desde la Agencia de Desarrollo Local Idea a la sede de la Asociación Empresarial, pero la reforma del edificio quedó congelada y el inmueble ha seguido deteriorándose.

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