«El PP de Carcaixent tiene intención de despedirse de la alcaldía dejando hipotecado el futuro financiero del ayuntamiento. Sólo así se entiende que, ahora, de repente, al equipo que ha encabezado Lola Botella en los últimos 16 años le haya entrado la prisa para dar cumplimiento a una sentencia judicial, derivada de un movimiento 100% especulativo relacionado con la construcción del centro comercial allá por el año 2002». La reflexión es del candidato a la alcaldía del Ayuntamiento de Carcaixent por parte de Compromís, Paco Salom, quien observa que la resolución judicial que obliga al equipo de gobierno de Lola Botella a pagar 700.000 euros a la urbanizadora de un proyecto en la zona no especificaba cómo y cuando se debía realizar el pago.
Según Compromís, el ejecutivo dirigido por el PP ha decidido pagar este año 360 euros y otros 350.000 en los próximos dos cursos. «Si ya es grave que la propuesta se haya negociado de espaldas al resto de grupos, aún lo es más que se plantee sin ningún informe económico y sin concretar de dónde tiene previsto el gobierno municipal conseguir el dinero, ni cómo afectará a la firma del convenio a las finanzas municipal», critica Salom, quien observa sospechosas vinculaciones entre el regidor Juan Albert, «su amigo y empresario Balaguer y el abogado Rafael Navarro». Salom cree que se ha querido buscar una solución satisfactoria «para los amigos».
