La Semana Santa tuvo una reedición este sábado en Alzira con la celebración de dos de los actos que quedaron suspendidos en la localidad el pasado mes de marzo como consecuencia de la mala climatología. Desde primeras horas de la mañana, la capital comarcal acogió las XXIII Jornadas de Exaltación del Tambor y del Bombo, la Tamborada local.
En este evento, que en principio se había programado para el 21 de marzo, participó más de un millar de personas en representación de 14 bandas locales. A estas agrupaciones se unieron otras seis procedentes de Carcaixent, Alginet y Alberic. Tras un desfile inicial hasta la plaza del Carbó, a las 12.30 se celebró el concurso de solos de tambor, parejas y tríos de bombo. Por la tarde, hubo una exhibición de bandas y a las 23.30 horas estaba prevista la celebración del concurso local con ocho bandas alcireñas en competencia. A su finalización, se había programado la rompida de la hora.
El evento se hizo con la mirada puesta en el objetivo de la Tamborada de conseguir la declaración de Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco. El presidente de la Junta de Hermandades y Cofradías de Semana Santa, Vicent Fàbregues, indicó que la candidatura española ha presentado de nuevo la solicitud ante este organismo internacional tras haber subsanado los aspectos que la Unesco había requerido, centrados en una mejor explicación de la vinculación de los tambores con la Semana Santa. «Estamos muy confiados y esperamos que en 2016 tengamos éxito», afirmaba Fàbregues.
La Pasión toma la Muntanyeta
Otro de los escenarios en los que pudo revivirse la Semana Santa fue la Muntanyeta de Sant Salvador. Por quinto año consecutivo, un elenco de 80 actores amateurs, muchos pertenecientes a diversas cofradías, interpretaron la pasión de Cristo, una cita que tuvo que suspenderse el pasado día 22 por las lluvias y que desde su recuperación en 2011 cada año congrega a más público. Ayer no fue una excepción. La buena climatología atrajo a numerosos espectadores, que asistieron con interés a la escenificación de las últimas jornadas de la vida de Jesús de Nazaret.
La obra, interpretada en castellano con guión del sacerdote alcireño jubilado Juan Murgui, alcanzó tintes realistas gracias al buen hacer del reparto y repasó desde el Domingo de Ramos hasta el Santo Entierro, pasando por la Ultima Cena, el juicio de Poncio Pilato, la subida al Calvario y la impresionante crucifixión.
Este año la Asociación Pasión y Muerte ha querido ampliar la puesta en escena de los últimos momentos de la vida de Jesucristo, incluyendo el Domingo de Ramos y el Expolio en la interpretación del vía crucis. La actuación tuvo lugar en la subida al Calvario, se inició a las 20 horas y se prolongó a lo largo de dos horas. El responsable de organización, Antonio Micó, destaca la mezcla artística y espiritual de la obra.
