El precio del caqui ha comenzado a estabilizarse. El cierre de la campaña, con la liquidación a los productores por parte de las cooperativas y los comercios, ha dejado una cotización a la baja de entre diez y 15 céntimos menos por kilo respecto al año anterior. Si el ejercicio pasado se llegaron a abonar 0,45 céntimos por kilo, este año la media „aunque varía en función de cada cooperativa„ rondaría los 0,30 céntimos, una cifra muy por encima aún del umbral de la rentabilidad.
No es que haya sido una mala temporada. Al contrario, el caqui sigue siendo una de las frutas más rentables que existen en el mercado, pero su precio está ahora más ajustado a la realidad, tras una campaña anterior que el sector ya calificó de extraordinaria.
La burbuja se deshincha
La burbuja empieza a deshincharse. Se ha visto con nitidez en algunos comercios, que compraron caro arrastrados por la espiral alcista de la temporada anterior y han acabado por no poder hacer frente a los pagos como alertaba recientemente la Unió de Llauradors i Ramaders.
La temporada, según explican portavoces de las cooperativas y de la Denominación de Origen Ribera del Xúquer, deja menos calibre que el año anterior, pero más producción por la cantidad de plantaciones nuevas de los últimos años. Además, los productores han tenido que lidiar con el veto ruso, que ha obligado a redirigir hacia el mercado nacional la fruta que no podía entrar en el gigante soviético, en torno a un 15 % de la producción ribereña. Todo ello ha acabado por forzar el precio a la baja del caqui.
El producto gusta en el mercado
De lo que no hay duda es de que el caqui sigue siendo un producto que gusta a los consumidores y que tiene en el mercado una salida comercial más que interesante. En el sector no preocupa la caída de la cotización porque se considera que el precio del año anterior era tan elevado que será imposible repetirlo en el futuro.
En cambio, sí crea incertidumbre que la oferta no deje de aumentar y que el número de kilos que produce el campo ribereño se dispare año tras años en una espiral de crecimiento de momento indefinida.
Tanto que las cooperativas no dejan de lanzar mensajes a sus socios para que diversifiquen el riesgo y no se la jueguen únicamente al monocultivo del caqui, en una comarca que parece haber dado definitivamente la espalda al cítrico, pese a que el sector insiste en que aún queda jugo por obtener y variedades con precios más que interesantes.
Respecto al caqui, la producción total de fruta en la comarca alcanza los 200 millones de kilos, de los que algo menos de la mitad, 85, se comercializan al amparo de la Denominación de Origen Ribera del Xúquer. Prácticamente el 90 % de la producción española sale de los campos de la Ribera.
Un dato que señala cómo ha aumentado la producción en un año es que la Denominación de Origen comercializó 65 millones de kilos en la temporada 2013-14 y en la actual ha alcanzado los 85 millones de kilos, un 20% más.
Cooperativas como Nuestra Señora del Oreto de l'Alcúdia o Sant Bernat de Carlet, las dos máximas productoras, están ya por encima de 30 millones de kilos. En el ámbito de la Denominación de Origen, la cooperativa de l'Alcúdia está ligeramente por encima, 29 millones de kilos frente a los 28 en Carlet. Les sigue la cooperativa de Alginet, en el tercer puesto con unos 15 millones de euros. Gana enteros Guadassuar e incluso Algemesí con un volumen ya importante, en torno a los siete millones de kilos.
