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El remedo de desvío de Carlet aislará aún más el barrio de Villarrubia

El proyecto de la futura Ronda Oest prevé que el actual vial que lleva a este enclave quede cortado Compromís anuncia que presentará alegaciones

El remedo de desvío de Carlet aislará aún más el barrio de Villarrubia

El remedo de desvío que la Generalitat proyecta para aliviar el paso de vehículos por el casco urbano de Carlet provocará un mayor aislamiento del barrio de Villarrubia, un enclave históricamente degradado ubicado a poco más de un kilómetro de la ciudad, pero que no ha logrado en décadas abandonar un aislamiento casi secular que ahora se multiplicará.

Si acaba por materializarse, el proyecto del Consell supone una nueva barrera ya que abriría una carretera de dos carriles entre el barrio y la residencia la Llum y obligará a configurar nuevos accesos. La circunvalación proyectada, la Ronda Oest, transita en paralelo al barrio, creando un nueva frontera como en su momento ocurrió con la línea férrea, actualmente de Ferrocarrils de la Generalitat, que separó —y aún hoy lo hace— las zonas más marginales de Carlet, los barrios de Villarrubia y el Cortijo, del resto de la ciudad.

El plan de la Conselleria de Infraestructuras, Territorio y Medio Ambiente, que actualmente se encuentra en exposición pública y del que ya ha informado este diario, recoge que el actual camino de Villarrubia quedará cortado cuando se acometa la actuación urbanística, que pretende sacar el tráfico rodado de la CV-50. El grupo municipal de Compromís ha sido el primero en anunciar su intención de presentar alegaciones al proyecto de Ronda Oest porque considera que la carretera supone para el barrio un problema más que una solución. Si se construye la carretera, el barrio quedaría completamente aislado entre la Ronda Oest y el barranco de Benimodo, al que está pegado. El proyecto elaborado por la empresa Typsa no aborda esta cuestión, aunque señala que se prevé una intersección con el camino del cementerio, a la que se conectará el acceso al barrio de Villarrubia, ya que el actual camino se cortará con la ejecución de la ronda, añaden los técnicos.

Sí que se han previsto enlaces con los caminos rurales, en ocasiones muy transitados, que cortará la Ronda Oest a su paso, como el del Depòsits, que se salvaría con un enlace situado en la prolongación de la calle Picaso y mediante el camino repuesto se dará acceso al colegio de Devesa y a la residencia de la tercera edad. También se prevén enlaces en la intersección con la CV-50, en el actual tramo Carlet-Catadau a la altura del Cortijo, donde se proyecta una glorieta a la que conectan la CV-50 actual, la ronda proyectada y dos caminos repuestos para acceso a parcelas colindantes afectadas. Habrá otro enlace con la ronda en el camino de Sant Bernat, según el proyecto.

Desvío menos ambicioso

La ronda que proyecta el Consell es mucho menos ambiciosa que la que tenía planificada antes de la crisis. Incluso la considerará una calle más y no formará parte de la red viaria de la Generalitat por lo que tendrá que mantenerla el ayuntamiento. Según el estudio elaborado por la empresa Typsa, las obras consisten en la ejecución de una variante de dos carriles pegada al casco urbano, al oeste de la línea 1 de Ferrocarrils. En su primera mitad —en el gráfico en rojo— aprovecha el ya construido puente de Benimodo y una vía de unos kilómetros que enlaza con una rotonda ya en uso entre Carlet y Benimodo.

El trazado que falta por construir tiene 1.780 metros de longitud. Nada se conoce del plazo de ejecución de las obras. El presupuesto ronda los cuatro millones.

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