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Llombai pasa de la piel al huevo

Las dos empresas avícolas ya generan un volumen de negocio de 20 millones de euros anuales, facturación que sigue creciendo El sector sustenta la economía tras el declive de las peleteras que tuvieron cien tiendas en los 90

Llombai pasa de la piel al huevo

La industria ligada al huevo mueve ya un volumen de negocio de 20 millones de euros en Llombai, un municipio con 2.817 vecinos. Las dos empresas avícolas con sede en la localidad se han convertido en uno de los pilares fundamentales de la economía local.

El sector, un auténtico clúster, se ha abierto paso mientras decaía lenta pero inexorablemente el empuje de las firmas peleteras, que tuvieron su máximo apogeo a finales de los ochenta y principios de los noventa. Si hace unas décadas las empresas peleteras sustentaban la economía local, ahora lo hacen las avícolas, porque la crisis agrícola es muy notoria en esta zona.

Hoy, el sector peletero es prácticamente residual mientras el sector del huevo no tiene techo, según explican responsables de estas empresas. Con la demanda en crecimiento se ven obligados a aumentar la inversión. Muchos vecinos de Llombai que hace unos años trabajaron en la piel lo hacen ahora en las empresas avícolas.

Levante-EMV ha comprobado esta semana la pujanza del sector en una visita a las instalaciones de Avícola Llombai, sede de la marca Ovocity, la firma comercial del huevo líquido pasteurizado desde el año 2003. Hoy consolidado, con la entrada en sus naves de 700.000 huevos diarios, los inicios no resultaron nada sencillos, cuenta su gerente, David Cervera. De las cuatro principales empresas avícolas de la provincia de Valencia, dos se encuentran en este municipio del Marquesat: Avícola Llombai SA y Avícola Hermanos Cervera SL.

La primera es, con mucha diferencia, la empresa que más volumen de facturación presenta en este municipio, más de 13 millones de euros en 2012; la segunda superó los cuatro millones. Avícola Llombai espera llegar este año a 16 millones, con la diversificación del negocio al huevo líquido, el pollo y el sector ganadero, con el cerdo como principal materia prima. La firma cuenta con unos 80 trabajadores en todos sus centros.

Cuatrocientos empleos en la piel

El alcalde de Llombai, José Forés, recuerda que en los años de esplendor llegaron a trabajar unas 400 personas en las tiendas y talleres de piel. Fueron los años finales de la década de los 80 y principios de los noventa, cuando la moda de la piel estaba en los más alto.

Años en que Llombai convirtió a la comarca de la Ribera en referencia autonómica por la calidad de sus talleres pese a que asomaba ya el debate del daño y desprestigio que provocaban a un sector consolidado las compras de productos asiáticos o del norte de África, cuya calidad no estaba a la altura de la que ofrecían las peleteras de Llombai con sus precios de fábrica, recuerda el alcalde Forés.

Prácticamente todos los locales céntricos albergaron tiendas de piel. En Llombai era posible realizar compras a mitad de precio que en tiendas de Valencia capital, lo que dibujó durante años una estampa habitual, clientes procedentes del cap i casal y su área metropolitana. Los precios acabaron por igualarse con el tiempo, pero la crisis económica unida a otros factores como la masiva importación de textil asiático provocaron el cierre de prácticamente el 90% de los establecimientos que se dedicaban a la venta de productos de piel y que tenían en las poblaciones del Marquesat, especialmente en Llombai, su centro de operaciones.

Hoy quedan algunas de las empresas que fueron más potentes aquellos años: Copiel, fundada a mediados de los años 70, Gabriel Seguí, Lince Piel, Ordam o Piel del Árbol. Ahora el líder es el huevo.

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