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Nadie se atreve a prometer inversiones

Los candidatos de Alzira se olvidan de grandes proyectos pendientes y rechazan obras «faraónicas»

Nadie se atreve a prometer inversiones v. m. pastor

Hubo una época no tan lejana en que los programas electorales de la mayoría de los partidos competían por anunciar grandes proyectos. La crisis económica ya moderó hace cuatro años las expectativas inversoras de unos y otros pero, en el caso de Alzira, propuestas grandilocuentes -al menos en la terminología- como la Ciudad del Motor o la Ciudad de la Música aún sobresalían entre las «pequeñas cosas» que, ante las carencias económicas, señalaban los partidos como prioridades en el nuevo mandato. Cuatro años después, el debate de los nueve candidatos a la alcaldía de Alzira celebrado el lunes en el Círculo Alcireño evidenció que la época de los grandes proyectos se ha acabado. Así lo proclamó el candidato de Iniciativa per Alzira (IPA), Francisco Cerveró, y así se desprende de las intervenciones de prácticamente todos los aspirantes.

Sólo la actual alcaldesa, Elena Bastidas, aludió a la mejora o construcción de nuevas infraestructuras como uno de los ejes de su programa y enumeró entre ellas el museo de la Semana Santa, la nueva sede de la Policía Local y la adquisición de los Cines Colón. A preguntas del público, también asumió el compromiso de gestionar la rehabilitación del Palau de Cassasús, un edificio que compró el ayuntamiento y que se deteriora ante la falta de uso tras aparcar el proyecto de rehabilitación en los primeros años de la crisis.

No hubo durante el debate ninguna referencia a proyectos como el auditorio, que en su día se convirtió en una prioridad, y que ahora cuesta encontrarlo en los programas de mano que distribuyen los partidos. Sólo EU ha incluido en estos folletos una alusión en el apartado de cultura y educación en la que plantea buscar la colaboración de otras Administraciones para dotar a Alzira de un auditorio y de un local para la Societat Musical. Elena Bastidas ya subrayó al presentar el programa del PP que la Ley de Sostenibilidad impide acometer en estos momentos inversiones de este nivel y contemplaba como alternativa temporal la compra del Cine Colón, que da prácticamente por cerrada.

Con todo, en el debate, los candidatos mostraron de forma mayoritaria su rechazo a acometer obras «faraónicas». Fue una de las expresiones más repetidas. La utilizó la representante de Ciudadanos, Nuria Moratalla, y el candidato de IPA, que también rechazó los «proyectos traca» que, según dijo, acaban endeudando al ayuntamiento. El aspirante de Units per València, Pascual Martí, también señaló que su grupo no quiere «proyectos escandalosos que no podemos cumplir», mientras que, a nivel de infraestructuras, el cabeza de lista de Apocal, José Luis Sansaloni, defendía como propuesta estrella la construcción de una residencia para personas mayores.

En ausencia de propuestas inversoras, las principales bazas de los partidos pasan por fomentar la participación ciudadana -Compromís, UPyD como Ciudadanos hicieron especial hincapié-, la transparencia y, especialmente, las políticas de empleo y de carácter sociales. Isabel Aguilar (PSOE) respondió a una pregunta envenenada del público sobre cómo pretende financiar su propuesta de pagar un subsidio de 426 euros a familias sin ingresos: «De dónde salió un millón para la estación de autobuses o el otro millón para el trinquet, el cambio está en la gestión», dijo.

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