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Sollana quiere cubrir la necesidad de espacio de los proveedores de Ford

El consistorio busca inversión privada para ampliar el polígono del Romaní tras anunciar el Consell el fin del aislamiento entre la pedanía y la multinacional con la apertura de una conexión directa por carretera

Sollana quiere cubrir la necesidad de espacio de los proveedores de Ford

Si hasta hace unos meses el Ayuntamiento de Sollana descartaba llevar a cabo la ampliación del polígono industrial del Romaní para albergar la actividad de las firmas proveedoras de Ford ante la falta de suelo en el parque Juan Carlos I de la vecina Almussafes, el anuncio hecho la semana pasada por el Consell de reapertura y acondicionamiento de la conexión por carretera entre la factoría y la pedanía sollanense resucita la posibilidad del ensanchamiento. El mencionado tramo viario estaba previsto en las Normas Subsidiarias Municipales de Sollana y fue ejecutado en su momento como enlace entre la CV-42 y la N-332, pero quedó finalmente en desuso por problemas de seguridad vial al no existir en aquel momento una rotonda al final del mismo, lo que acabó aislando al área fabril del Romaní.

El alcalde de Sollana, Vicent Codoñer, y el edil de Urbanismo, Tomás Belda, han señalado que el rescate del enlace, logrado tras dos años de negociaciones municipales con la Conselleria de Infraestructuras, cambia totalmente las circunstancias porque permitirá reducir a prácticamente tres minutos el tiempo que se tardará en ir desde Ford hasta el polígono del Romaní.

«Eso es un bomboncito», afirma Belda, ya que a su entender convierte la zona industrial del Romaní en mucho más atractiva para los proveedores y para la propia Ford al quedar dentro del área de influencia de la firma del óvalo, mantiene.

Hasta ahora, pese a que la distancia en línea recta entre la factoría y el polígono del Romaní es de unos 200 metros, el hecho de no estar comunicados directamente y que la autovía haga de barrera supone un «handicap» ya que aumenta el tiempo que se tarda de ir de un punto al otro.

Aunque en un principio esta conexión viaria anunciada por la conselleria será en un solo sentido, se prevé que en un futuro pueda pasar a dos —esto implicaría la intervención del Ministerio de Fomento—, de modo que se permita la circulación directa desde el Romaní hasta Ford.

Cuando se acabe la adecuación anunciada por la Generalitat, el Romaní también tendrá un acceso directo desde la autovía viniendo desde Valencia a través de Almussafes y el objetivo es que después tenga una salida directa hacia la capital.

Conversaciones con inversores

Por el momento, el consistorio ha mantenido conversaciones con inversores privados que estarían interesados en instalarse en la zona y en financiar la ampliación del polígono del Romaní, que ahora mismo está al completo.

Junto al actual área desarrollada, existe un triángulo de 300.000 metros cuadrados de suelo —entre la vía férrea, la autovía y el polígono— que serviría, una vez urbanizada, para albergar unos 150.000 metros cuadrados de naves. «No sólo serían proveedores, sino también empresas dedicadas a la logística», precisa Belda.

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