Va adquiriendo forma la tormenta perfecta montada alrededor del Club de Fútbol Cullera. Como ya les informó este periódico la pasada semana, no existen hoy certezas en un club que actualmente se encuentra en Tercera División pero que no cuenta con los apoyos necesarios para configurar un proyecto que garantice la estabilidad. Por no contar, desde el martes ya no cuenta ni con directiva, mientras hace ya varios días se supo que no seguiría el cuerpo técnico que comandaba desde hace cuatro años David Gutiérrez.
En la asamblea general ordinaria del club se supo que la directiva de Raúl Martínez daba un paso atrás, al considerar que han cumplido su papel en la entidad. Cierto es que Martínez llevaba sólo una temporada al frente del Cullera pero su trayectoria en el club (así como la de otros miembros de la junta) se remontaba ocho años, coincidiendo con la etapa en la que el alcalde en funciones de la localidad, Ernesto Sanjuán, estuvo como presidente. Era entonces cuando el dinero corría sin problemas por la entidad, convirtiéndose en uno de los clubes que mejor (y con mayor continuidad) pagaban a sus futbolistas. Con la marcha de Sanjuán se acabó la fluidez y el Cullera empezó a tener problemas a partir de principios de 2015, cuando la imposibilidad de pagar la nómina a los jugadores acabó convirtiéndose en una estampida de los mejores hombres, que dejaron la plantilla de Gutiérrez en cuadro.
La falta de apoyos ha acabado por convencer a la directiva, que ahora dice adiós. Los estatutos del club marcan que ahora una junta gestora se hace cargo de la entidad hasta que se celebren las elecciones generales. La nueva comitiva tiene intención que el próximo día 12 se celebre una nueva asamblea para que los candidatos a la alcaldía presenten su petición a presentarse, acordándose entonces el calendario de las elecciones.
Martínez, antes de marchar, pidió apoyo a los socios y al nuevo ayuntamiento, que con toda seguridad estará comandado por el socialista Jordi Mayor. El ya expresidente declaró en exclusiva a Levante-EMV la existencia de varias ofertas externas que buscaban desarrollar un prometedor proyecto en el Cullera con fuertes inversiones. Según desveló, una de las ofertas era valenciana y la otra «de fuera».
Con todo, la configuración de la próxima plantilla y cuerpo técnico sigue en punto muerto.
