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Roba 23 cadenas de oro de una joyería de Algemesí cuando simulaba comprar

El autor aprovechó que le abrían la puerta a su cómplice para salir con un botín de más de 25.000 ?

Roba 23 cadenas de oro de una joyería de Algemesí cuando simulaba comprar

A plena luz del día y a cara descubierta, dos jóvenes perpetraron ayer un robo en una céntrica joyería de Algemesí a la que uno de ellos había accedido simulando que pretendía comprar una cadena de oro. Su cómplice llamó a la puerta cuando el personal del establecimiento ya había extendido sobre el mostrador una manta con una colección de cadenas y, casi a la vez que desde el interior se accionaba el botón de apertura a distancia, el autor material recogía de un zarpazo la manta con todas las cadenas y ambos se daban a la fuga por la calle Lepanto. Aunque la propietaria intentó salir tras ellos, pronto pusieron tierra de por de medio con un botín que podría alcanzar los 30.000 euros. «Se ten van las ganas de trabajar», lamentó la dueña de la joyería varias horas después del robo y todavía visiblemente nerviosa. «Sientes una gran impotencia», agregó.

El robo se produjo alrededor de las diez de la mañana, poco después de que esta joyería ubicada en las inmediaciones de la Plaça del Mercat abriera sus puertas al público. En su interior se encontraban la propietaria y una dependienta. Un joven de unos 25 años, moreno, aparentemente bien vestido, que llevaba a su espalda una mochila llamó al timbre y manifestó a la dependienta su intención de adquirir una cadena de oro para su padre. Según relató la dueña a Levante-EMV, la semana pasada ya había estado en el establecimiento con el mismo argumento, por lo que levantó sus sospechas y se acercó al mostrador mientras le atendía su compañera. También le llamó la atención que no soltara en ningún momento el teléfono móvil que llevaba en la mano.

Este recelo no impidió que cuando un segundo joven llamó a la puerta la abrieran desde el interior. Todo pasó en unas décimas de segundo, un visto y no visto. Mientras la puerta de la calle se abría, el primer supuesto cliente recogió todas las joyas que había sobre el mostrador y salió corriendo. «Era una manta con 23 cadenas que pueden valor entre 25.000 y 30.000 euros», comentó la propietaria.

Se da la circunstancia de que los autores del robo se detuvieron antes de actuar en un bar situado en las inmediaciones de la joyería y, según relató el propietario, el que posteriormente se dirigiría al establecimiento se acercó a la barra para pedir una botella de agua mientras una segunda persona se sentaba en una de las mesas de la terraza. Este testigo no dudó en señalar que se trataba de una persona que infundía sospecha y que, al parecer, eran de origen sudamericano o canario. «No era de aquí, pero no tenía un acento muy marcado», incidió la propietaria de la joyería, mientras explicaba que los dos jóvenes salieron corriendo en dirección a la calle Cardenal Cisneros, según habían confirmado otros testigos a los que les sorprendió su rápida huida. No ha trascendido si en esa zona había una tercera persona esperando con algún vehículo para facilitar la fuga.

El Cuerpo Nacional de Policía ha abierto una investigación y una unidad de la Policía Científica se desplazó ayer a la joyería para tomar huellas y recabar pruebas.

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