«No me voy a meter jamás con el sueldo del alcalde, quiero que cobre como toca, veremos si está bien pagado o no en función de los logros o resultados que consiga». Elena Bastidas había reducido sus intervenciones públicas tras el vuelco político en el ayuntamiento y ni siquiera intervino en el pleno del miércoles, que aprobó el nuevo régimen retributivo, pero ayer no dudó en lanzar dardos a izquierda y derecha.
Bastidas auguró que las dos concejalas de Ciudadanos acabarán sumándose al tripartito para configurar un «cuatripartito», acusó a la coalición de izquierdas de haber alterado la habitual distribución de escaños en el hemiciclo en forma de U por un «afán de protagonismo ridículo e infantil» ya que, según dijo, los líderes de las tres fuerzas quieren estar de cara al público, y atribuyó finalmente este hecho «a la desconfianza que destilan desde el primer momento. No se fían unos de otros», agregó.
En materia de retribuciones, Bastidas siguió el guión que el día anterior había marcado en el pleno el edil José Luis Palacios, cuestionó el ahorro en salarios que ha defendido el gobierno, pero más allá de las cifras centró su crítica en las formas ya que, según argumentó, mientras «lo habitual» cuando gobernaba el PP era convocar a la oposición para buscar una cuerdo, el tripartito había ignorado a la oposición y señaló que el discurso de la participación choca con los actos.
