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La planta invasora ya cubre tramos completos del río Albaida en Manuel

La CHJ dice no haber recibido ningún aviso «alarmante» de la presencia de esta especie exótica que puede causar graves daños y que también se ha localizado en el Xúquer a la altura de Algemesí

La planta invasora ya cubre tramos completos del río Albaida en Manuel

La presencia de la «Ludwigia grandiflora», una planta exótica invasora que se extiende con gran rapidez y puede provocar graves daños en el ecosistema al consumir el oxígeno del agua, no se limita al cauce del Xúquer, como el sábado adelantó Levante-EMV, sino que también está presente y en una superficie mucho más amplia en el río Albaida.

Una colonia de esta planta acuática que se caracteriza por las flores amarillas de cinco pétalos cubre un tramo de unos 500 metros de este afluente del Xúquer a su paso por la localidad de Manuel hasta el punto que hay zonas donde ni siquiera es visible el caudal del río.

Se da la circunstancia de que esta planta originaria de Sudamérica ya cubrió el año pasado grandes tramos del Albaida y también se detectó de forma más comedida en el Xúquer a la altura de Alzira aunque, al parecer, no se llegó a realizar ninguna intervención para su retirada. Con la llegada del calor ha vuelto a proliferar, si bien desde la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) señalaron ayer que no se ha recibido ningún aviso «alarmante».

No obstante, las fotografías evidencian que la «Ludwigia» está mucho más extendida en el río Albaida que en el Xúquer, donde la acumulación detectada a la altura de Algemesí se iba expandiendo desde una de las orilla. En el caso del afluente, esta especie invasora cubre por completo algunos tramos del cauce.

La «Ludwigia grandiflora» es una planta que está incluida en el Catálogo de Especies Exóticas del Ministerio de Medio Ambiente, en el que se alerta de que su presencia afecta a la calidad de las aguas ya que contribuye «de modo notable al agotamiento del oxígeno en las mismas» y acaba causando «una merma importante de biodiversidad en los sistemas naturales afectados». Este catálogo detalla que la «Ludwigia» tiene una elevada capacidad de adaptación a diferentes ambientes, aunque se localiza en aguas remansadas de acequias, estanques, arrozales y riberas de ríos. La ausencia de un caudal importante, como en el caso del Albaida, propicia su extensión.

Enraizada bajo el agua

Se trata de una planta que enraíza debajo del agua y que se puede extender con suma facilidad, «ocupando grandes superficies y produciendo una biomasa muy elevada en poco tiempo, gracias a su importante desarrollo vegetativo» lo que la convierte, según el propio catálogo del ministerio, en «una de las especies exóticas más invasoras».

Este mismo documento alerta de que, si no se retira, la «Ludwigia» puede llegar a formar «auténticos diques vegetales» que retengan todo tipo de residuos flotantes, ya que lo que se puede ver sobre la superficie del río es sólo una parte de la planta, que puede medir más de un metro. Los trabajos de retirada son muy laboriosos y en ocasiones se han realizado a mano con el objeto de evitar su dispersión.

Esta especie originaria de Sudamérica se introdujo en España como planta ornamental para estanques y jardines, aunque también se ha empleado en ocasiones para favorecer la pesca, ya que la vegetación enraizada crea un buen nicho para el desove de los peces.

Ya fue detectada en el Xúquer hace algunos años cuando, con un río en un estado muy deficiente, las brigadas de la Con

federación Hidrográfica del Júcar tuvieron que actuar para retirar colonias en diferentes tramos del río y en diferentes ocasiones.

La planta ha vuelto a aparecer aunque el organismo de cuenca aseguró ayer que no ha recibido ninguna alerta ni de los ayuntamientos ni de agentes ambientales sobre la presencia de esta especie invasora en los cauces del Xúquer o del Albaida.

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