La ola de calor que ha afectado recientemente a la Ribera ha tenido consecuencias negativas en muchos cultivos y la vid ha sido uno de los perjudicados, llegando a superar en algunos campos el 15 % de daño en las uvas, principalmente de la variedad moscatel.
Las viñas más afectadas en el término municipal de Turís son las que tienen menos vegetación, por lo que los racimos están más expuestos a los rayos del sol. Estos racimos se han quemado debido a que los granos apenas tienen caldo y son más sensibles al sol.
Pese a la pérdida de producción en los viñedos, esto no influirá en la calidad final de la uva, ya que estos racimos «escaldados» se han secado rápidamente y no han podrido el resto de granos.
El hongo de la «yesca» ataca
Por otra parte, el hongo de la «yesca» ataca a cepos de entre diez y viente años de edad y, desde hace un doce meses, su ataque está siendo más acentuado. Según apuntan algunos técnicos, podría ser una consecuencia de los fenómenos climáticos, por lo que la fuerte sequía que padecieron estos últimos años los viñedos podría haber debilitado las plantas y de esta forma ser más sensibles a este hongo.
Sus síntomas son comunes a los que producen otras enfermedades que afectan a la circulación de la savia. Los síntomas suelen iniciarse en plena floración o ya en pleno verano y consisten en la aparición de decoloraciones interne viales, y en los bordes de las hojas, amarillentas en las variedades blancas y rojizas en las tintas, que confluyen y van secándose en el centro en muy pocos días.
Las medidas de prevención para el control de la «yesca» son varias, pero las principales se realizarán durante la poda, con la desinfección de las herramientas de podar, podar en último lugar las cepas afectadas y quemar los restos de poda.
Este año en Turís son muchas las vides afectadas, pero según informes de la Conselleria de Agricultura, en otras zonas de la Comunitat Valencia este hongo estaría afectando a casi el 40% del cultivo.
No hay productos químicos autorizados, ya que hasta el año 2000 se podía utilizar el «arsenito sódico» pero la Unión Europea lo prohibió por considerarlo cancerígeno para sus usuarios.
