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Los ayuntamientos valoran suprimir las bicis de alquiler

La Mancomunitat convoca a los gobiernos de Alzira, Carcaixent y Algemesí para decidir si prorrogan el servicio más allá del 31 de julio u optan por cerrar

Los ayuntamientos valoran suprimir las bicis de alquiler

El servicio de bicicletas de alquiler de la Mancomunitat de la Ribera Alta puede tener las horas contadas. La salida a principios de año de los ayuntamientos de Carlet y Benimodo debido a la falta de usuarios provocó que los otros tres municipios adheridos -Alzira, Carcaixent y Algemesí- se dieran un período de seis meses para volver a valorar la evolución del servicio, dejando en manos de las nuevas corporaciones la decisión de mantenerlo o suprimirlo. El próximo 31 de julio vence ese plazo hasta el que los ayuntamientos se comprometieron a financiar Ambici y la Mancomunitat ha convocado para el jueves día 30 a los representantes de los tres ayuntamientos para tomar una decisión. El ente comarcal ha puesto sobre la mesa alternativas para incluso mejorar la actual red de bases y las propias bicicletas, pero corresponde a los ayuntamientos decidir si optan por asignar de nuevo fondos para mantener este sistema de transporte público o, ante la caída del número de usuarios, certifican su cierre.

La Mancomunitat ya celebró semanas atrás una primera reunión con los representantes de los tres municipios -en los tres casos ha cambiado el gobierno tras el 24-M- en la que, como ya hiciera a principios de año con las corporaciones anteriores, detalló la merma de usuarios que ha sufrido Ambici y las posibles causas y planteó tres alternativas que los diferentes gobiernos tenían que valorar. La primera pasa por cerrar el servicio; la segunda por asignar fondos para acabar el año mientras se toma una decisión definitiva, lo que supondría una aportación de aproximadamente 18.000 euros entre los tres ayuntamientos y, por último, cambiar a otro sistema de bicicleta pública que está «rescatando» este servicio en ciudades de tamaño medio donde no ha calado, que contempla incluso sustituir las bicicletas por otras más robustas y de mejor calidad. Se trata de empresas que asumen el servicio a cambio de gestionar la publicidad en el mobiliario urbano y, al parecer, esta alternativa también conllevaría un ligero aumento de la aportación de los diferentes municipios.

El fracaso de las bicis de alquiler no es exclusivo de la Ribera. Según la información recabada por la Mancomunitat, municipios de tamaño medio de toda España que implantaron este sistema han tenido que cerrar o reconducir el mismo. «Sólo donde no hay sitio para aparcar el coche ha triunfado la bici pública», indicaron. El ente comarcal también realizó una encuesta entre los usuarios para determinar otras causas del bajo número de usuarios, entre los que señalaron el vandalismo que ha afectado al servicio, el tamaño más bien pequeño de las bicis o el temor a circular por unas ciudades con escasos carriles-bici y donde los vehículos no respetan a los ciclistas.

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