En veinte días las dos poblaciones de la Ribera se han visto afectadas por el desplome de alguno de los trozos que conforman la estructura de la parroquia. En el caso de la iglesia San Antonio Abad se desprendieron de forma simultánea, casi la mitad de las tejas realizadas en cerámica vidriada que recubren la cúpula, mientras que en San Pedro Apóstol se desplomó, el pasado fin de semana, un fragmento de la cornisa de la zona central, justo debajo de la campana. Además, en el caso de La Pobla, los episodios podrían repetirse debido a que dos de las cuatro columnas que soportan una de las cúpulas exteriores están en mal estado, por lo que tendrán que ponerse manos a la obra para evitar mayores problemas. Tal y como recalcaba la alcaldesa Neus Garrigues, por el momento, en todos los hechos que se han producido no se han tenido que lamentar daños personales, aunque tendrán que estar atentos para que no se tengan que lamentar más daños materiales.
Armando, un arquitecto que está realizando una tesis sobre la parroquia San Lorenzo de Alberic del Siglo XVI, se ha mostrado tajante ante lo sucedido: «Creo que lo ocurrido son dos hechos puntuales que han coincidido con las altas temperaturas aunque habría que investigar en profundidad para saber las verdades causas que han producido los destrozos». V. TAFANER ALZIRA
