«Entendemos que los únicos protagonistas del mural han de ser la Semana Santa y las cofradías». El gobierno alcireño (Compromís, PSOE y EU) admitió ayer que había expresado al ceramista Xavier Claur que la representación de miembros de la anterior corporación en el panel dedicado a la procesión del Viernes Santo iba en contra de su criterio de pagar con fondos públicos «retratos públicos de las autoridades», pero defendió que la retirada de los azulejos en los que aparecían la exalcaldesa, Elena Bastidas, y el anterior concejal de Fiestas, Rafael Fita, fue producto de un acuerdo con el artista.

Así lo expone el tripartito en un comunicado emitido ayer para intentar rebatir que la modificación introducida en el mural es un caso de censura. Los grupos que integran el gobierno expresan su «sorpresa» por la actitud del artista a lo largo del proceso, «desde aceptar retratar a las autoridades de turno hasta desdecirse del acuerdo que había aceptado, así como por las falsedades y acusaciones infundadas vertidas contra los concejales de este ayuntamiento». «Si el Sr. Claur entiende que se ha producido un ataque a su libertad de expresión podía haber tomado tres decisiones: no haber aceptado el acuerdo, haberse quedado la obra o bien haber devuelto el dinero el cobrado, pero no ha sido el caso», subraya el tripartito.

Como ayer informó Levante-EMV en exclusiva, dos operarios municipales, bajo la supervisión del artista, retiraron el martes los azulejos del mural dedicado a la Semana Santa -todavía incompleto- en los que se identificaba a los integrantes de la anterior corporación.

Los grupos del nuevo gobierno señalan que son partidarios de evitar «el culto a la personalidad desde las instituciones públicas y más mientras se ejerce el cargo» y exponen en su comunicado que los cargos públicos «son temporales y de servicio público; ya tienen ciertas prerrogativas y no por el simple hecho de ejercerlos implica que se dediquen espacios y obras de arte».

El tripartito argumenta que su postura en este caso es colegiada -Claur señalaba al edil de EU, Ivan Martínez, como el instigador de la modificación del mural- y subraya que «ha habido una voluntad clara y manifiesta del artista de retratar a las autoridades, voluntariamente o no». «El Sr. Claur aceptó el criterio del equipo de gobierno actual de retirar la pieza polémica, si bien exigió que se le pagara a parte el nuevo azulejo o aquellos que resultaran dañados», incide la coalición de gobierno, que señala que el importe total del mural «a nombre del Ayuntamiento de Alzira en el que aparecen retratados la Sra. Bastidas y el Sr. Fita, en contra de lo manifestado públicamente por el artista, asciende a 11.643 euros, de los cuales 9.000 se pagan íntegramente del erario público». Claur defiende que el importe que ha facturado al ayuntamiento son 7.000 euros más IVA. El tripartito, por otra parte, afea al anterior gobierno (PP) que no contara con propuestas ni presupuestos de otros artistas locales, sino que adjudicó el trabajo «directamente al Sr. Claur».

La coalición de izquierdas argumenta que no ha ordenado la retirada del mural, sino que mantiene la decisión del anterior gobierno y espera que se complete, al tiempo que recuerda que el PP ordenó que empezara a montarse por operarios municipales «y no por el taller del artista, a pesar de no estar acabado, en plena campaña electoral, a lo que accedió el Sr. Xavier Claur».