El grupo Compromís, que ostenta la alcaldía de Guadassuar, ha decidido la retirada del crucifijo existente en el salón de plenos. El alcalde, Salvador Montañana, aseguró ayer que no existe ninguna norma que obligue a su presencia y confirmó que efectivamente ha ordenado la retirada de la cruz, que llevaba décadas en el salón de plenos. La decisión se ha tomado de forma unilateral, es decir no ha pasado por el plenario.
«No quiero que se convierta en polémica alguna, creo que no hacía falta llevarlo al pleno porque igual que ha estado los 20 años de gobierno del PP, ahora hemos considerado que no debe estar», señaló Montañana.
No lo ve así el concejal del PP y presidente local de esta formación, Domingo Añó, que asegura que hay un colectivo «numeroso» de vecinos de Guadassuar a los que les ha molestado la decisión del alcalde, aunque el alcalde responde que no cree que ese grupo sea tan numeroso. «Hay mucha gente que está en desacuerdo por la decisión y la forma en la que se ha hecho, porque creemos que tenía que haber pasado por el pleno», reprocha el concejal popular.
«La cruz trasciende el ámbito religioso y entra en el cultural y de nuestras raíces cristianas de más de dos mil años, es un símbolo para muchas personas de unos valores de entrega por los demás e incluso el agnóstico y socialista Enrique Tierno Galván dijo en su día que la cruz es la contemplación de un hombre justo que murió por los demás, que no molesta a nadie y es símbolo de paz», añade el concejal, que asegura que no existe «demanda social» para la retirada de la cruz y no consta, añade el edil, que Compromís haya realizado un sondeo.
