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«Mi hermana se muere y necesita cuidados que no podemos pagar»

Concepción, enferma terminal, percibe una ayuda de 500 euros, pero su familia, residente en Alzira y con pocos recursos, no está en condiciones de atenderla

A Concepción Muñoz le dieron el alta en el hospital de la Ribera el pasado jueves. No era la primera vez que la ingresaban, ni tampoco la primera en que conseguía escaparse. Ni los dolores, ni la ansiedad que le produce ver el enorme tumor que sobresale de su pecho izquierdo conseguían retenerla en el centro médico durante mucho tiempo. Su dependencia a la cocaína y a la heroína podían más que ella.

En esta ocasión la acompañaron al hospital sus hermanas. «Ella no puede valerse ya por sí misma», cuenta Consuelo. Su cuerpo frágil, la delgadez de sus extremidades y el hilo de voz a través del cual narra su historia dejan entrever que la de Concepción no es una vida fácil. Sus hermanas sacan del bolso el informe médico de Concepción, el volante de urgencias, hablan del cáncer de mama que padece, del abultado tumor que procuran curar con sus escasos conocimientos. Dicen que no se puede operar, que «durará hasta que su cuerpo aguante» y que no saben qué hacer más allá de tenerla en casa esperando el fatídico momento.

Consuelo, su hermana, vive en un cuarto piso sin ascensor. Hasta el momento se ha hecho cargo de ella pero tiene cuatro niños pequeños y Concepción necesita que alguien la suba en su silla de ruedas. Asegura que hasta para el material escolar de sus niños tiene que andar pidiendo créditos, que la situación de su familia no es la mejor en estos momentos porque solamente está trabajando su marido. Explica Consuelo que Concepción cuenta con una paga de poco más de 500 euros , y que con eso se apañaban hasta el momento pero que «necesita actualmente de unos cuidados que ella no puede y no sabe proporcionarle».

Los familiares acudieron hace escasos días a los Servicios Sociales de Alzira, donde ellos residen, pero «allí nos dijeron que en primer lugar la teníamos que empadronar y que después la pondrían en una lista de espera». Consuelo insiste en que es un caso urgente, que la enfermedad de Concepción no tiene espera.

Sin opciones

También le sugirieron que la llevaran a un clínica privada, «pero cuesta 1600 euros y con los 500 que cobra ella no nos llega para pagar los gastos que supone tenerla ingresada», relata. La hermana insiste en que Concepción está muy grave, «con la retención de líquidos que está teniendo actualmente podría morir de cualquier cosa, de una trombosis, de lo que sea» lamenta angustiada.

Enfermedad avanzada

Consuelo era drogodependiente, vivía hasta hace poco en una chabola aunque dice estar empadrona en Algemesí. Actualmente no consume ningún estupefaciente, aunque hace poco todavía sufría la ansiedad del mono, recuerda su hermana, «por eso se escapaba, porque está enferma, porque ella no podía controlar sus impulsos». En esta ocasión Concepción ha estado ingresada durante una semana y media, pero su enfermedad está demasiado avanzada y según cuenta Consuelo «los médicos desestiman la operación y posiblemente tampoco le den quimioterapia».

Los familiares pretenden que el Ayuntamiento de Alzira les atienda a la mayor brevedad posible, que sean testigos de la gravedad del caso, que comprueben con sus propios ojos sus cargas familiares para que comprendan, continúa Consuelo, que no pueden hacerse cargo de su hermana en las condiciones en las que ella está ahora mismo. «Ella tiene que estar bajo la supervisión de profesionales», afirman los familiares. Prácticamente ya no puede ni hablar pero es consciente del sufrimiento de sus allegados.

Insiste la hermana en que se queden con las ayudas que percibe Concepción, que si ella puede aportar algo más que lo hará, pero que se les ayude de alguna forma porque se sienten impotentes, sin salida y el tiempo corre en su contra.

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