Mucho trabajo tienen por delante en materia de transparencia los nuevos gobiernos progresistas de las principales ciudades de la Ribera. El análisis de la gestión que en este ámbito realizaron los anteriores gobiernos locales resulta demoledor.
Cuatro de las cinco ciudades con más de 15.000 habitantes de la Ribera no aprueban en cuanto a transparencia y sólo se salvaría Alzira que ocupa el puesto 22 entre los 72 municipios analizados por la plataforma Dyntra, que evalúa la información pública de gobiernos, administraciones, partidos políticos y cargos electos. No figura en el estudio el Ayuntamiento de Carcaixent. Pero de los estudiados ni Algemesí, ni Cullera, ni Sueca ni Carlet cumplen con los indicadores que les permitirían pasar de curso en materia de transparencia.
En concreto, Carlet es la que peores resultados refleja pues ocuparía el puesto número 53 de la lista de municipios valencianos enmarcándose en la «zona roja», la que registra los peores datos. Según los porcentajes expuestos por la plataforma Dyntra, en esta localidad la Administración local peca de opacidad en cuanto a información presupuestaria y contable y no aporta datos a la ciudadanía en materia de ingresos por habitante, los gastos del consistorio o sobre la deuda. Los apuntes validados en abril de 2015 indican el largo recorrido que les queda por delante a los equipos de gobierno al mando en estas cinco ciudades.
La transparencia ha sido una de las propuestas programáticas más habituales durante la pasada campaña electoral aunque en Sueca, donde Compromís sigue en el Gobierno, los índices evaluados por los investigadores que participan en la plataforma tampoco la sitúan en un lugar destacado. Más bien al contrario.
En esta ciudad de la Ribera Baixa, de los 143 indicadores que marcan el nivel de claridad informativa de cara al ciudadano tan solo aprueban con nota los datos ofrecidos por el consistorio sobre planes de ordenación urbana y convenios urbanísticos. Pero la información sobre el estado de las arcas municipales brilla por su ausencia convirtiéndose en la gran asignatura pendiente. Sueca está en el puesto número 45 de la lista.
En Algemesí también suspenden. En esta localidad, que ocupa el número 36 de la «zona roja», tan sólo han publicado 40 de los 143 indicadores que señalan, según la plataforma, la transparencia de la institución. Son públicas las retribuciones percibidas por los altos cargos del ayuntamiento, pero no lo es de forma completa la relación de puestos de trabajo del propio consistorio. En esta ciudad, en concreto, se ha puesto en conocimiento del ciudadano el importe de la deuda municipal, pero no se han facilitado datos acerca de la evolución de la deuda en comparación con ejercicios anteriores, según pone de relieve este estudio.
Con respecto a Cullera —en el número 44 del ranking— tampoco se ha expuesto con claridad, según lo datos ofrecidos por la plataforma, las alegaciones formuladas a los presupuestos en el periodo de información pública ni los contratos formalizados, con indicación del objeto, el importe de licitación y de adjudicación, entre otros.
Sólo Alzira aprueba
Alzira es la única ciudad que aprueba, aunque no con una nota demasiado elevada. Destaca la publicación de los presupuestos del ayuntamiento, un documento que acompañan de una descripción de las principales partidas presupuestarias y de la información actualizada sobre su estado de ejecución. También se exhiben las cuentas anuales aunque no se muestra la relación de inmuebles propios o en arrendamiento, ocupados o adscritos al ayuntamiento ni se publica el número de vehículos oficiales.
