La depuradora que trata las aguas residuales de Alzira, Carcaixent, la Pobla y Villanueva de Castellón está al límite de su capacidad. La alerta la lanzaron ayer los alcaldes de Carcaixent y Alzira tras una reunión para abordar problemas que afectan a ambos municipios. «Sabemos que estamos llegando a un nivel importante o conflictivo y hay que buscar soluciones para adelantarnos al problema y que no nos estrangule en un momento determinado», explicó Paco Salom, que ejerció como anfitrión, mientras detallaba que en la reunión con una representación del gobierno alcireño encabezada por Diego Gómez se había acordado convocar a los otros ayuntamientos que utilizan esta estación depuradora y a la entidad gestora para consensuar una línea de actuación y plantearla a la Confederación Hidrográfica del Xúquer como responsable última de la planta.
El alcalde de Carcaixent detalló que cada vez que se otorga una licencia a actividades que comportan la generación de aguas residuales los informes técnicos alertan de que la depuradora ya trabaja a un nivel muy alto de su capacidad y, según incidió, hay que tener en cuenta esta situación para evitar que hipoteque proyectos que se puedan plantear en el futuro. Salom detalló que ayer mismo comunicaron a los alcaldes de la Pobla y Villanueva de Castellón las conclusiones de esta reunión y que la intención de todos los municipios es valorar cuáles pueden ser las acciones para adelantarse al problema y evitar que la depuradora se llegue a colapsar. En este sentido, señaló que hay que plantear esta necesidad «a quien corresponda» para que las soluciones se pongan en marcha sin más demora.
El alcalde de Carcaixent defendió que el problema se tiene que abordar desde una perspectiva comarcal y recordó que si Sant Joanet vierte sus aguas residuales al Barxeta al haber quedado obsoleta ya hace años su depuradora, los municipios por los que pasa el barranco también se ven afectados. En la reunión se recordó que Sant Joanet ha solicitado durante años conectarse a la depuradora de Carcaixent aunque, tras años de negativas por falta de recursos, el Consell anunció a finales del año pasado la construcción de una depuradora en Senyera que se encargaría de tratar las aguas de ambas localidades. Los alcaldes de Alzira y Carcaixent consideran que una buena planificación también permitirá ampliar el número de usuarios.
El tema de las infraestructuras viarias fue otro de los asuntos destacados que se abordó en la reunión celebrada el martes en Carcaixent, en la que acordó consensuar esfuerzos con la Conselleria de Obras Públicas y Vertebración del Territorio para mejorar las comunicaciones de ambas localidades y, en particular, de sus áreas industriales «y por extensión de toda la comarca».
Alzira reivindica un enlace directo con la autopista AP-7 a través de la carretera de Albalat mientras que Carcaixent reclama una conexión con la autovía «ya sea por el Norte o por el Sur». Salom denunció que su municipio sufre una situación de estrangulamiento y es el único de entre los más grandes de la Ribera que carece de esta conexión con la autovía. Recordó que hay proyectos como el de conexión con la CV-50 -a través de la denominada variante sudoeste de Alzira-, indicó que se puede buscar una salida hacia la A-7 por la carretera de Alberic o incluso la avenida de la Ribera «con mejoras» y señaló que corresponde a los técnicos optar por la solución que sea ahora más viable «pero no se puede condenar todo al año que viene».
