El alcalde de Sumacàrcer, el socialista Txema Peláez, se convirtió ayer en el nuevo presidente de la Mancomunitat de la Ribera Alta con un respaldo abrumador de 490 votos (90 %) -el pacto entre el PSOE y Compromís ya le garantizaba una amplía mayoría a la que se sumaron todos los independientes mientras que el PP emitía en blanco sus 55 votos- y aprovechó su primer discurso para mostrar su voluntad de que el ente comarcal amplíe su perspectiva de organismo prestador de servicios para convertirse en portavoz de la Ribera e interlocutor ante el resto de Administraciones en todos aquellos asuntos que afectan a la comarca.
Peláez realizó una defensa a ultranza de la autonomía local frente a los «ataques» que han representado algunas leyes para el municipalismo y, por otra parte, defendió que la Mancomunitat también quiere tener voz en todo lo que referente al Xúquer. En este punto, no dudó en proclamar que la Ribera «necesita y tiene derecho» a una asignación de aguas superficiales del río «gratuita y suficiente». Por otra parte, también reclamó la reversión a la gestión pública del Hospital Universitario de la Ribera «lo más pronto posible».
El alcalde de Alzira, Diego Gómez, que será el vicepresidente tras el acuerdo alcanzado por el PSOE y Compromís, ejerció de anfitrión en el pleno de constitución y defendió que la Mancomunitat es necesaria para la vertebración de la comarca y que, tras ser la abanderada de la solidaridad entre pueblos, ha llegado el momento de «hacerla avanzar con una nueva etapa de participación». Gómez, como representante de Compromís, abogó por impulsar una descentralización «de bajo hacia arriba» y proclamó que «hay que volver a ser comarca».
La alcaldesa de Algemesí, Marta Trenzano, ejerció como portavoz del PSPV y defendió que los servicios se presten desde las estructuras más próximas al ciudadano y, en esta línea, abogó por una instituto «fuerte» para afrontar retos como el paro, la necesidad de reindustrializar la comarca o la defensa del Xúquer. También el PP ofreció su colaboración a Peláez si se mantiene la dinámica de buscar consensos, mientras que EU, que estará representada en la junta de gobierno por el pacto de Alzira, reivindicó la aplicación de políticas progresistas para que no quede en un reparto de cargos y, entre otras cosas, abogó por exigir a la Generalitat que desarrolle las comarcas.
