Arrinconado al ámbito doméstico por otros platos con mayor renombre comercial como la paella o la fideuà, el puchero reclama su espacio entre los fogones. Y si hay algún municipio que lo prestigia por encima del resto ese es l'Alcúdia, que le dedica un concurso todos los años. Para abrir boca y la misma semana en la que se inicia su reputada feria gastronómica el municipio da todo su protagonismo al puchero, la popular olla, un exhuberante plato en el que cabe de todo y que por octavo año consecutivo reunió a algunos de los mejores restaurantes valencianos en busca de un premio que gana prestigio y que muchos cocineros ansían ya tener en sus vitrinas.
Ayer le tocó el turno al restaurante Emi de Orxeta, municipio del interior de la Marina Baixa. Emi cocinó el mejor plato en los salones siglo XXI de l'Alcúdia, ante un reputado jurado en el que destaca el restaurador local Antonio Galbis, homejeado durante la entrega de premios. Emi no es una desconocida en l'Alcúdia porque ya se impuso en una de las ediciones anteriores y pasa a ser la primera en lograr dos triunfos, tres si se suma también el que obtuvo con el premio al mejor postre de caqui.
Tras el restaurante de Orxeta se clasificó Juan XXIII de Benifaió, otro de los habituales en el certamen alcudiano, seguido de Picanterra de Cullera.
Con el nuevo éxito del concurso de puchero, el plato se convierte en una especie de seña de identidad del municipio, que aprovecha la presentación anual de la campaña del caqui para convertir a l'Alcúdia en una ciudad entre fogones. El alcalde, Andreu Salom, destaca que el certamen del puchero es una muestra más de la forteleza asociativa que tiene este municipio. La consellera de Agricultura, Elena Cebrián, visitó a los restauradores participantes en el concurso.
