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Para gustos en el Perelló, colores

La fuente inaugurada hace tres meses en el paseo marítimo con una iluminación que recorre poco a poco toda la gama cromática abre un debate entre partidarios y detractores de su estética

No ha cumplido ni tres meses y la nueva fuente del Perelló ya tiene partidarios y detractores por doquier. Inaugurada oficialmente el pasado 16 de julio, adquiere cuando llega la noche todo su esplendor con la puesta en funcionamiento de su iluminación que recorre prácticamente toda la gama cromática. Ahora azul, ahora verde, rojo o violeta, sus focos hacen variar su aspecto continuamente. Esta originalidad que a unos les parece sublime, roza para otros el esperpento.

Ubicada en el paseo marítimo, en la confluencia con la avenida del Pantà, la Font de Llevant también ha sido rebautizada por algunos como la Fontana de Trevi del Perelló. De hecho, en las noches del reciente verano se convirtió en una práctica habitual sacarse fotografías junto a la fuente.

En lo que la mayoría de los vecinos están de acuerdo es en su ubicación. La encuentran muy acertada porque ocupa el espacio que antes acogía un pequeño jardín que era utilizado por muchos propietarios de perros para que estos realizaran sus necesidades. Además, consideran que da un ambiente renovado a las noches de verano. «Ese espacio se había convertido en una especie de pipican», recuerdan.

«Es un despropósito porque deberían haberla instalado en un lugar donde pudiera escucharse el sonido del agua, y no en el mismo paseo marítimo junto al mar», opina una detractora. «Además, el viento lanza el agua fuera de la fuente», añade antes de pronunciarse sobre su estética, que califica de «horrible». Esta vecina entiende que «deberían haber optado por una decoración más sencilla como un trencadís, aparte de que la han rodeado con una verja de hierro, que por la proximidad del mar se va a estropear en menos de medio año», augura.

A medio camino entre la crítica y el aplauso, se pronuncia una pareja que confiesa no gustarle su estética, «ni los colorines de los cambios de luces ni las figuritas que le han puesto con delfines». Aún así ven un acierto la ubicación pero les hubiera gustado que «hubiese sido más alusiva a motivos locales como por ejemplo l’Antina, y por supuesto, sin colores». O también hay quien piensa que «quedaría más elegante iluminada con una única luz blanca».

«Iluminada está espectacular»

Para otro vecino «ha quedado muy bonita porque está en el paseo y donde se hacen los mercados los fines de semana». Opina que «iluminada por la noche está espectacular porque cambia continuamente de color». Y observa que no se pone en marcha cuando el viento de garbí puede tirar el agua fuera y alcanzar a personas que acuden al mercado». «Además, se está manteniendo muy limpia», asegura.

La fuente, cuyo precio es de 9.700 euros, ha sido subvencionada por la Diputación de Valencia a través de su línea de ayudas destinadas a equipamiento urbano, según indica el alcalde, José Miguel Fos. Al precio de la infraestructura hay que sumarle el coste de los trabajos de instalación y montaje. El ayuntamiento cuenta con un dispositivo que les permite elegir la iluminación y progresión de los colores. «Ahora está en la forma como nos han aconsejado, atendiendo, también, a opiniones de vecinos, aunque podríamos elegir un solo color», explica. Afirma que el gasto «es perfectamente controlable porque el agua se reutiliza mediante un circuito cerrado y su consumo eléctrico es mínimo».

Para Fos, «la fuente ha tenido muy buena aceptación». Confiesa que «es verdad que algunos se han quejado de que es muy clásica, pero si hubiésemos optado por un estilo más moderno también habría habido descontentos». Y concluye asegurando que «la mayoría la han aceptado de manera excelente, no sólo los vecinos propiamente, sino también los veraneantes».

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