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Agricultura

El arándano toma tierra en la comarca

Agricultores alcireños introducen el arbusto como alternativa a los cítricos, aunque todavía se encuentra en fase de pruebas Los expertos advierten de que «no se puede plantar en cualquier sitio» y hay que conocer las características del terreno

El arándano toma tierra en la comarca

Son pocos y se encuentran en fase de familiarizarse con un cultivo que les resulta desconocido, pero el arándano ha tomado tierra en la Ribera. La búsqueda de alternativas a una citricultura que parece no tocar fondo nunca sin concentrar todos los esfuerzos en el caqui ha llevado a algunos agricultores alcireños a probar suerte con un cultivo que se ha extendido por Huelva y que ofrece una alta rentabilidad.

«El futuro no lo sabes, pero en Huelva hay pueblos donde están arrancando naranjos y plantando arándanos e incluso ya existen cooperativas de arándanos», explica el agricultor alcireño Enrique Montalvá, uno de los pioneros en la Ribera en apostar por este cultivo, aunque admite que se encuentra en fase de aprendizaje. «La tradición en cítricos que hay aquí hace que los que nos dedicamos al campo, sólo que con ver un naranjo, sabemos lo que hay que hacer, no tiene secretos porque el árbol te habla, pero en el arándano ese factor cultural no existe», comenta Montalvá, que por la experiencia de un año al cuidado de una plantación de arándanos tiene claro que se trata de un cultivo para agricultores. «Si no tienes unos conocimientos previos no te puedes arriesgar», señala, mientras recuerda que se trata de un cultivo que no está libre de plagas como por ejemplo el kiwi y precisa de tratamientos preventivos.

Optimismo y prudencia

Pese a los problemas que ha tenido que ir sorteando en estos inicios, el exconcejal de Agricultura en Alzira se muestra optimista porque se trata de un producto que tiene demanda en el mercado y buen precio. De hecho, la semana pasada algunos mayoristas pagaban 14,9 euros/kilo en cajas de quince kilos, que después se comercializan en blísters de plástico de 125 gramos, detalla Montalvá, quien por otra parte no oculta que se trata de un cultivo que requiere de mucha mano de obra, «incluso más que en los cítricos», subraya, especialmente en la recolección. La primera cosecha de su primera plantación aún tardará un par de años. «Empiezas a coger fruto con tres años y en cinco o seis alcanzan la máxima producción», expone el agricultor alcireño, mientras cifra esa máxima producción en unos 1.200 kilos por hanegada.

El vicepresidente de AVA Bernardo Ferrer comenta que el arándano puede ser una alternativa, pero advierte de que «el factor determinante es la tierra» ya que precisa de una tierra «ácida, arenisca», por lo que no se puede cultivar en cualquier sitio. «A partir de ahí, es cierto que hay una demanda mundial de arándanos y como el clima es favorable, en función de las variedades, se pueden obtener varias cosechas», señala. Ferrer, no obstante, aboga por la prudencia para no generar falsas expectativas ya que se trata de un cultivo poco conocido en esta zona. «En Huelva se está implantando mucho porque ven que es rentable y si hay demanda el agricultor lo hace rentable», señala, aunque incide en que se tiene que cultivar en zonas «donde la tierra la permita». AVA tiene previsto plantar arándanos en la finca experimental de Sinyent, en Polinyà, para estudiar su adaptación.

De Huelva a Valencia

Bernardo Martínez es una de las personas que en los últimos años más ha promocionado el cultivo del arándano en la Ribera a través de conferencias. La actividad profesional de este empresario alcireño le ha llevado a tener un amplio conocimiento del cultivo tanto en Huelva como algunos países de Hispanoamérica donde está muy extendido. Martínez no duda en señalar que si en Huelva han implantado los mismos cultivos que hay en Valencia -naranjas, caqui,?-, el arándano puede realizar el recorrido inverso. «La climatología es muy similar, allí la tierra es un poco más ácida, pero al arándano no le hace daño que sea neutra», comenta.

Martínez considera que «se puede adaptar con facilidad» a la Ribera si se busca el terreno adecuado y se aprenden unas pautas básicas de cultivo. «Son arbustos, es una planta como cualquier otra», comenta.

Fuentes de la empresa Planasa, uno de los mayores viveristas del mundo que ha suministrado plantones a agricultores de la Ribera, coincidieron en señalar que se están plantando arándanos en la zona «a nivel de ensayo», pero destacaron que se trata de una planta «que tiene unas necesidades de suelo y agua» que hay que conocer. Si se cumplen esas condiciones, indicaron, puede convertirse en un cultivo «complementario».

Enrique Montalvá ha plantado dos variedades distintas y tiene previsto incluso ampliar el cultivo con otras nuevas para poder atender pedidos de sus clientes durante prácticamente todo el año.

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