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Residuos

La Ribera lleva once años sin vertedero propio

El Consell de izquierdas emplaza a los críticos con el vertedero a presentar alternativa a Guadassuar - La responsable asegura a alcaldes y concejales que «en algún sitio habrá que depositar los residuos»

La Ribera lleva once años sin vertedero propio

La Conselleria de Medio Ambiente acaba de reclamar a los colectivos y ayuntamientos críticos con la construcción de un vertedero de rechazos en Guadassuar que propongan un emplazamiento alternativo y viable si consideran que éste no es el adecuado.

La directora general de Cambio Climático y Calidad Ambiental, María Diago, planteó esta cuestión en un reciente encuentro con alcaldes y concejales de municipios afectados y representantes de la plataforma antivertedero. Diago llegó a asegurar que «en algún sitio habrá que depositar la basura», lo mismo que respondía el PP cuando dirigía el Consell.

Fuentes conocedoras señalan a Levante-EMV que el Consell de izquierdas podría seguir adelante con el vertedero si no llega un emplazamiento viable, lo que dejaría en una posición complicada a PSPV y Compromís que hicieron de este asunto bandera de oposición al PP durante años en la comarca. El reciente encuentro es lo último reseñable de una década de avances y retrocesos en la búsqueda de un espacio dónde depositar la basura de la Ribera.

Desde que hace ya más de una década el Plan Zonal de residuos, aprobado en 2004, señalara que cada demarcación debía enterrar en su territorio los rechazos irrecuperables, el debate sigue vivo. También la factura millonaria, unos dos millones anuales, que se paga por enviar los residuos a Villena. La historia de la construcción de un vertedero que acoja los residuos de los 52 municipios que forman el consorcio Ribera Valldigna lleva ya 11 años en un atasco continuo. El acuerdo para avanzar en la construcción de esta instalación nunca ha sido posible.

Se barajaron opciones previas en Tous o Real. La primera encontró pronto detractores en municipios cercanos como Carlet, Benimodo o l'Alcúdia y el bloqueo durante años del Ayuntamiento de Tous a la ubicación del basurero en la Parra hizo inviable el proyecto que la cercanía de las elecciones de 2011 acabó por enterrar cuando ya se habían realizado incluso prospecciones. La segunda opción generó un amplio rechazo en municipio, Real, con experiencias traumáticas con los residuos y un conflicto propio que duró lustros.

La crisis del vertedero pareció atenuarse cuando apareció voluntariamente la opción de Guadassuar, defendida de forma entusiasta por el entonces alcalde del PP, José Ribera, dispuesto a acoger muy cerca de la actual planta de basuras el vertedero de rechazos.

La oposición fue especialmente beligerante en l'Alcúdia, gobernada por el PSPV, pero también caló en Benimodo o Massalavés. En febrero de 2012, el PP aprobó el emplazamiento del vertedero.

Ahora, la llegada de la izquierda al poder autonómico, provincial y municipal se intuía como decisiva para la paralización del proyecto, pero la situación, según ha sabido este diario, podría dar un giro de 180 grados. De momento, el Consell ya les ha dicho a los críticos que o proponen un emplazamiento que sea aceptado por el municipio receptor o no hay marcha atrás. La respuesta de que en algún sitio tendrá que ir la basura es la misma que daba el PP cuando dirigía la conselleria de Medio Ambiente

Hay voces en los partidos de izquierda que admiten que una parte de la superficie donde se ubicaría el vertedero de Guadassuar se ha demostrado apta en diferentes estudios, por lo que se está planteando poner en marcha un vertedero más reducido en ese espacio.

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