La comarca de la Ribera mantiene su escaso peso en la dirección del PSPV tras la reciente renovación de la ejecutiva. El cambio viene fundamentado por los cambios obligados en la dirección como consecuencia de los nombramientos en el Consell de cargos socialistas para los diferentes escalones de la Administración.
Si el peso de las agrupaciones de la Ribera ya era escaso antes de la renovación, con la presencia de un único representante de esta comarca, el alcudiano Francesc Signes, la situación se mantiene estable dentro de la gravedad. De nuevo un único representante de la comarca, la concejal del PSPV de Montserrat Regina Campos, formará parte de la dirección de Blanqueries. La proporción es de uno sobre 69, que es el número de cargos que componen la macroejecutiva que salió del congreso de Alicante de 2012 que aupó a Puig a la dirección del partido, cifra que se eleva a los 73 si se suman el representante de juventudes y otros.
Regina Campos, concejala en Montserrat de Deportes, Igualdad, Agricultura y Desarrollo Rural llevará los asuntos de Agricultura en la ejecutiva de país, en una vocalía que está dividida en tres áreas: Agua, Desarrollo Rural y Agricultura. La concejal señaló a Levante-EMV que hasta el momento ocupaba el puesto de vocal adjunta en esta área porque trabaja en temas relacionados con este mundo y la mujer rural «y se ha aprovechado mi experiencia». Pero la representación de la Ribera radiografía que el partido en este comarca, pese a las numerosas alcaldías que ha logrado tras las elecciones de mayo, apenas tiene músculo y su peso en el partido es prácticamente residual, una situación que se mantiene ya desde hace años, donde sólo Francesc Signes, hoy vicesecretario de la Conselleria de Vivienda, ha tenido alguna ascendencia sobre la dirección. Con esa renovación, Ximo Puig trata de despertar a un partido anestesiado tras conquistar el poder.
