Ricardo Cuenca tomó el martes el relevo de Miguel Ángel Levanteri como presidente de la asociación de vecinos de l'Alquerieta con el respaldo unánime de la asamblea y entre las propuestas de mejora del barrio que baraja anunció ayer su intención de implicar también a las familias gitanas para reducir la conflictividad que se vive actualmente.
«Me gusta ir siempre de frente», comentó Cuenca, mientras señalaba que ha vivido siempre en l'Alquerieta y conoce a muchas de las familias gitanas que están asentadas, a las que pedirá un esfuerzo en la educación de sus hijos y nietos para evitar las fricciones que suelen provocar con otros vecinos y, según dijo, «ver si entre todos podemos mejorar el barrio».
Venta de marihuana
El nuevo presidente de la asociación de vecinos señaló la venta de marihuana, comentó que algunos viernes el barrio parece «la fira de Xàtiva» con un continuo tránsito de supuestos compradores„ y pequeños incidentes en que jóvenes y adolescentes no dudan en amenazar a personas mayores del barrio por cualquier circunstancia como los principales problemas que sufre l'Alquerieta. Cuenca también incluyó en esta relación la presencia de caballerizas en la barriada y el continuo despoblamiento por la marcha de la gente joven. En esta línea, indicó su intención de reunirse en breve con el gobierno municipal para que el ayuntamiento se implique en dar soluciones a los problemas de l'Alquerieta.
Por su parte, anunció una nueva estrategia para favorecer la integración de las familias gitanas de forma que se impliquen también en la educación de sus hijos para normalizar la convivencia en el barrio. «Hay que explicarles a esos padres que hay que educar a los hijos y si cualquier familia se responsabiliza de lo que hacen sus hijos, ellos también», indicó, mientras señalaba a modo de ejemplo que si alguien realiza una pintada debe asumir el coste de la limpieza.
Ricardo Cuenca era el único candidato que se había presentado para tomar las riendas de la asociación de vecinos de l'Alquerieta tras la renuncia de Miguel Ángel Levanteri como presidente. Éste anunció que dejaba el cargo por el desgaste personal que había supuesto el trabajo de los últimos años para mejorar el barrio y tras comprobar, según denunció, que los avances logrados tras muchos años de reivindicaciones se habían perdido en los últimos meses tras el cambio de gobierno municipal.
Cuenca reivindicó ayer que l'Alquerieta es un barrio privilegiado por su emplazamiento en el que hay que normalizar la convivencia y trabajar para modernizarlo. «Los gitanos tienen su vida y nosotros no queremos molestarles, pero que tampoco nos molesten», indicó, al tiempo que anunciaba su intención de denunciar cualquier caso de venta de droga que pueda detectar en la calle. «Que hagan lo que quieran, pero en el barrio no», incidió el nuevo presidente de la asociación.
