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Del Palau de Casassús queda bien poco

El derrumbe interior asoló una de las alas de esta casa señorial de tipología gótica propiedad del Ayuntamiento de Alzira

El Ayuntamiento de Alzira ha dado prioridad al proyecto de consolidación del Palau de Casassús, aunque de esta casa señorial de tipología gótica que el consistorio adquirió hace justo una década sólo queda en pie la mitad. La falta de uso y de mantenimiento ha agravado la degradación de un edificio que cuando se compró por 582.000 euros ya se encontraba muy deteriorado. El buen estado que presenta la fachada exterior oculta una realidad muy diferente en el interior, hasta el punto que el mismo consistorio declaró el edificio en ruinas tras el derrumbe registrado a principios de abril, que literalmente ha asolado una de las dos alas en que se estructuraba el inmueble en torno a un patio central, hoy repleto de escombros, vigas y sobre el que aún se asoman tabiques en equilibro que amenazan también con venirse abajo.

Levante-EMV ha tenido acceso a este inmueble declarado Bien de Relevancia Local que los técnicos datan en el siglo XVII, que destaca por su tipología gótica y por la portada adintelada de piedra rematada con un escudo de armas, un elemento que cuenta con la declaración de Bien de Interés Cultural.

El derrumbe de la cubierta del ala derecha provocó un efecto dominó en los forjados de las plantas inferiores y hasta la antigua cocina del restaurante El Romeral, último inquilino del inmueble, ha sufrido las consecuencias del desplome en la planta baja. El arrastre se ha llevado consigo también pavimentos cerámicos originales que se intentarán rescatar durante los trabajos de desescombro.

El ala izquierda del antiguo palacete sigue en pie y conserva el único forjado gótico que se conoce en la ciudad, según fuentes municipales, que no dudan en calificar este elemento arquitectónico de madera y piedra como «una joya». No obstante, las filtraciones que ha sufrido durante años el edificio también han dejado su huella en esta ala que el ayuntamiento se dispone a consolidar. El ala derecha se deberá reconstruir.

El gobierno municipal ha licitado por 365.000 euros -las empresas interesadas ya pueden presentar ofertas- el proyecto de consolidación del edificio, una primera fase de un futuro proyecto de rehabilitación que se financiará con la subvención concedida por la diputación para inversiones.

Se trata de una intervención de urgencia para evitar nuevos derrumbes, que contempla apuntalar tanto los forjados como los muros medianeros para asegurar el edificio antes de entrar a retirar los escombros acumulados, de forma manual. El proyecto contempla rescatar tanto los pavimentos cerámicos como las vigas de madera que se encuentren en buenas condiciones, la reconstrucción de muros y forjados y la retirada de elementos impropios del edificio que carezcan de valor patrimonial. En la planta baja se conservan arcos góticos originales, aunque otros se construyeron con posterioridad a imitación.

El ayuntamiento acordó en abril de 2004 la adquisición de esta casa señorial ubicada en la antigua plaza «de les gallines» en una operación que ascendía a 582.000 euros. Se firmó entonces una opción de compra que se materializó el año siguiente.

El gobierno formado entonces por el PP y el PSICV llegó a anunciar en el año 2006 un proyecto de restauración, que cifró en más de un millón de euros, aunque los recortes que se aplicaron en los primeros momentos de la crisis aparcaron esta intervención. Cabe recordar que el gobierno incorporó a los presupuestos de 2008 una partida de 535.000 euros para acometer la rehabilitación aunque al comprobar a mediados de año que no se cumplían las previsiones de ingresos decidió congelar algunas inversiones y, entre ellas, la destinada al Palau de Casassús.

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