Hasta hace una década este insecto prácticamente había desaparecido en España. Explica Luis García, codirector del Museu d'Història Natural de Alginet, que: «los chinches suelen reproducirse en ambientes poco higiénicos aunque con las facilidades que hay hoy en día para viajar de un país a otro en apenas unas horas puedes traerte desde India una buena cantidad de huevos». Según explica este experto es complicado detectar una plaga de chinches, se esconden fácilmente y pican cuando la frecuencia cardíaca es más baja, es decir, mientras dormimos. Las picaduras se hacen a través de su aparato bucal produciendo una pequeña inflamación que corresponde a una reacción alérgica a la saliva inyectada. Ante una plaga de chinches hay varias opciones, «si se trata de un colchón lo mejor es quemarlo aunque si la prenda es un objeto querido siempre puede lavarse a 40 grados para que el insecto muera» sentencia.
