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Una pareja suecana logra que le condonen la deuda tras parar el desahucio

La entidad bancaria acepta el día en que vencía el plazo quedarse la vivienda sin exigir más dinero a la familia

Una pareja suecana logra que le condonen la deuda tras parar el desahucio

Al final la entidad bancaria ha aceptado la dación en pago y el matrimonio formado por Vicenta Sapiña y Agustín Marco abandonan el piso que les fue embargado. Hoy mismo vencía el plazo en el que el banco iba a proceder a ejecutar el lanzamiento. «Hemos llegado a un acuerdo por el cual hemos entregado las llaves y nos han cancelado la deuda pendiente, que ascendía a unos 67.000 euros», explicó ayer Vicenta a Levante-EMV. Han sido «muchos meses de angustia y muchas reuniones con responsables del banco en las que no llegábamos a ningún acuerdo», narró.

La Plataforma d'Afectats per les Hipoteques (PAH) de la Ribera Baixa apoyó el caso. Estuvieron acampados 32 días ante la entidad bancaria el verano de 2014. Recogieron 9.000 firmas de apoyo al matrimonio. El piso ya se había subastado y se la había adjudicado la propia entidad financiera.

El matrimonio montó una empresa de montaje de alumnio en 2009. La crisis económica «nos pilló de lleno y en poco tiempo tuvimos que cerrar porque los gastos se nos comían», recordó ayer Vicenta. Sin ingresos de ningún tipo y con otros préstamos en otras entidades, decidieron dejar de pagar el crédito de la vivienda.

«Proceso largo y doloroso»

Emili Moncho, el abogado de la pareja, afirmó ayer que «el final de este proceso ha sido el mismo que el de una dación en pago, pero mucho más largo y doloroso». En una dación en pago el propietario entrega sus bienes a cambio de la cancelación de la deuda. «En este caso se ha llegado a la misma conclusión, hemos perdido los bienes y nos hemos quedado sin deuda», dijo. Pero observó que al contrario de una dación en pago que es una cuestión voluntaria entre las dos partes, en este caso, la entidad bancaria «ha tensado la cuerda hasta casi asfixiar económicamente a esta familia, y sólo al final, cuando parecía que ya no había más salida, han reconsiderado la situación, y han aceptado quedarse con la casa a cambio de condonarles la deuda».

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