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Una tubería rota deja sin agua potable a Corbera y Favara

El corte del suministro de la potabilizadora obliga a recurrir a pozos que no son aptos para el consumo

La rotura de una tubería que canaliza el agua procedente de la potabilizadora de la Garrofera a la altura de Alzira dejó ayer sin suministro de agua potable a diversas poblaciones de la Ribera Baixa. La fuga, que se produjo el martes por la noche, afecta especialmente a Corbera y Favara, ya que estos pueblos se han quedado sin agua apta para el consumo, mientras que Alzira, Cullera y Llaurí tienen de momento suficientes reservas en sus depósitos.

Los ayuntamientos de Corbera y Favara emitieron ayer sendos bandos para informar de que habían recurrido al agua de sus respectivos pozos para poder seguir dando suministro a sus vecinos, aunque advertían de que esta agua no es apta ni para cocinar ni para beber. Fuentes de la Conselleria de Agricultura explicaron ayer que la tubería que discurre por la avenida José Suñer Orovig de Alzira había sufrido una rotura y que los operarios estaban trabajando en la zona desde el martes por la noche para intentar repararla. Estaba previsto que los trabajos prosiguieran durante esta pasada noche con la expectativa de que el problema quede subsanado hoy mismo para así poder restablecer el suministro.

Sin agua potable

Esta avería impide a diversas poblaciones de la Ribera Baixa utilizar el agua procedente de la potabilizadora de Alzira, que se mezcla con el agua de pozos para que tenga mayor calidad.

El alcalde de Corbera, Jordi Vicedo, explicó ayer que su municipio ya se quedó sin suministro de agua potable la noche del martes y el consistorio pidió permiso a Salud Pública para utilizar el agua procedente de los pozos subterráneos. Primero se realizaron las pertinentes pruebas de cloración y hacia las 4 de la tarde los vecinos pudieron disponer de agua en sus casas. Pero esta agua contiene «nitratos y pesticidas», recordó Vicedo y, por tanto, no se puede utilizar ni para cocinar ni para beber. Los residentes también pueden acudir a la fuente de osmosis.

Lo mismo ocurre en Favara. La edil Isabel Borrás informó que hacia las 8 de la mañana de ayer dejó de correr agua por los grifos de este municipio, así que también se recurrió al agua de pozo y, hacia las 6 de la tarde, los vecinos volvieron a disponer de suministro, aunque esta agua no es potable.

Desde el Ayuntamiento de Cullera explicaron ayer que la avería también afecta a la población, pero la ciudad cuenta con reservas suficientes de agua potable en sus depósitos para seguir garantizando el suministro a los vecinos. Lo mismo ocurre en Alzira -la avería se localiza antes del depósito de acumulación- y Llaurí. La alcaldesa, Ana González, indicó ayer que aún tienen suficiente agua potable en los depósitos municipales. No obstante, este pequeño municipio sí que avisó ayer a los ciudadanos para que hicieran acopió de agua potable en sus casas por si se agotaban las reservas.

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