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Alberic revisará el contrato del novio de la concejal

El equipo de gobierno estudiará la posible incompatibilidad del acuerdo del pasado mes de junio que le adjudicó la Escoleta d'Estiu La oposición centra las críticas en el alcalde, al que incluso reclama la dimisión

Alberic revisará el contrato del novio de la concejal

El Ayuntamiento de Alberic aceptó en el pleno munipal celebrado en la mañana del jueves revisar el contrato que en junio permitió organizar «l'Escola d'Estiu» al novio de la nueva concejal de Educación y Cultura, Sara Arnau, según desveló hace unas semanas la portavoz del grupo popular, Estefanía Sanz. El alcalde, Toño Carratalá, ya firmó la revisión a instancias del secretario pero la oposición consideró que el órgano competente para ordenar dicha verificación era el pleno municipal, por lo que se convocó una sesión con carácter extraordinario en la mañana de un día tan especial de la Navidad. Los grupos políticos que se sitúan en la oposición volvieron a centrar sus críticas en el alcalde, al que incluso pidieron la dimisión. La revisión del contrato puede llevar definitivamente a su anulación si se considera que la ley prohíbe la contratación. En su momento, Estefanía Sanz interpeló al Carratalá sobre si era consciente de que ese contrato podía ser nulo de pleno derecho ya que, a su juicio, incurría en incompatibilidad. Sanz aludió expresamente a un apartado del artículo 60 de la Ley de Contratos del sector público que prohíbe contratar con «cónyuges, personas vinculadas con análoga relación de convivencia afectiva y descendientes» de cargos públicos. La edil enmarca en el segundo supuesto la relación del adjudicatario del contrato con la edil.

Carratalá defendió en el pleno del pasado mes de noviembre (cuando se hizo pública la información) que se trata de un expediente que arrancaba en el anterior mandato, cuando la nueva edil de Educación y Cultura no pertenecía a la corporación, si bien la portavoz del PP subrayó que el contrato se adjudica formalmente por un decreto de alcaldía el 23 de junio, es decir, diez días después de la constitución de la nueva corporación, de la que ya forma parte Sara Arnau. «Un contrato es efectivo cuando se firma», incidió Estefanía Sanz, mientras señalaba que en todo caso la entrada de la nueva edil de Ciutadans representaría una causa sobrevenida «y no se debería haber firmado esa adjudicación».

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