El calentamiento global ya no es cosa de las generaciones venideras, sino hechos que están constatando los jóvenes del presente. Un grupo de alumnos de Técnicas de Laboratorio del instituto número 4 de Alzira han estado trabajando en un estudio que analiza las variables climáticas de Valencia a partir de la serie de datos obtenidos entre 1940 y 2014.
Entre las conclusiones que los jóvenes investigadores extrajeron había algunos datos ciertamente alarmantes y extrapolables a la comarca de la Ribera por la similitud del clima y por su proximidad geográfica. Se trata del aumento de las temperaturas medias.
El documento señala un incremento notable en las temperaturas medias desde 1940 hasta 2014, un aumento de 2,4 grados centígrados que de mantenerse en las mismas condiciones, es decir, si no se ponen en marcha medidas para que no continúe ascendiendo el termómetro global, acabarán por superar los 5 grados respecto a 1940 en el año 2.100. Entre los objetivos perseguidos por los alumnos del instituto de Tulell, además de ver la evolución del clima en esta ciudad, han querido trabajar con series amplias de datos experimentales y utilizar el software estadístico GeoGebra, para elaborar gráficas y de este modo sacar conclusiones, argumenta su profesor, Pedro Domínguez.
Múltiples líneas de investigaciones científicas han demostrado, apuntan los alumnos en su informe, que el sistema climático global está calentando durante los últimos siglos, principalmente por actividades humanas como las emisiones de gases de efecto invernadero y también por la reducción de los bosques. «El 97% de los trabajos científicos sobre el clima asumen esto», sentencian.
Los efectos son diversos: fusión de los glaciares y del hielo marino, subida del nivel del mar, inundaciones de las ciudades costeras, más huracanes, tornados y tormentas, más sequías, lagos y ríos que podrían secarse y menos agua disponible para el agricultura y para beber o ducharse.
La escasez de aguas en una de las posibilidades que atienden porque «aunque se mantengan las actuales lluvias al aumentar las temperaturas los ecosistemas, campos y urbes necesitaremos cada vez más agua».
Es más, «si seguimos así, en el futuro estos efectos se intensificarán. Incluso podría ocurrir que el aumento de temperatura se acelere cada vez más, es decir que su progresión no sea lineal sino parabólica, o tal vez exponencial, con lo que los problemas se dispararán».
Las soluciones a este problema pasan fundamentalmente por concienciar a la población sobre las causas, las consecuencias y las soluciones, como por ejemplo mejorar la eficiencia y ahorrar energía, optar por las energías renovables, sobre todo la solar, reducir, reutilizar las materias, fomentar el transporte público, la bicicleta o aumentar la vegetación.
