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El instituto de Sollana vigilará el uso del móvil al llegar los alumnos con sueño

La dirección del centro y la Ampa emplazan a los padres a impedir que sus hijos se acuesten tarde por utilizar en exceso los dispositivos digitales - La fatiga impide que se concentren en clase

El instituto de Sollana vigilará el uso del móvil al llegar los alumnos con sueño

Hoy en día se vive pegado al móvil y a veces el día transcurre marcado por las conversaciones y contactos que se establecen a través del Whatsapp y las redes sociales. En el caso de los adolescentes, el uso abusivo del teléfono llega a provocar, entre otros efectos, que no duerman las suficientes horas por la noche y lleguen cansados a clase. Conscientes de esa realidad, la dirección y la AMPA del IES de Sollana se han aliado para buscar complicidades que atajen este problema. La dirección del instituto ha hecho un llamamiento para que los padres eviten que los alumnos estén hasta altas horas de la noche con el teléfono móvil entre manos. El aviso se ha difundido a través de las redes sociales tras detectar que en ocasiones hay algunos alumnos que llegan con sueño al centro.

Despiertos hasta las tres

Los responsables del instituto han constatado que el estado de cansancio y somnolencia se detecta principalmente en estudiantes de entre 13 y 15 años. Los propios alumnos han reconocido ante los profesores que en algunas ocasiones han llegado a estar hasta la una o las tres de la madrugada hablando con sus compañeros a través del teléfono móvil. Esta mala costumbre provoca que algunos estudiantes lleguen fatigados a las primeras clases del horario lectivo, que empiezan a las ocho de la mañana. En estas condiciones, es difícil concentrarse y mantenerse activo durante una jornada escolar que algunos días acaba a las 17 horas, por lo que para los más trasnochadores puede hacerse realmente larga.

«En estos últimos años algunos alumnos vienen más cansados y con más sueño», lamentan desde la dirección del centro educativo. El problema no es exclusivo de Sollana sino que se repite en muchos otros institutos, tanto dentro como fuera de la geografía comarcal. aunque el instituto sollanero ha decidido dar un paso hacia adelante en busca de soluciones.

La primera iniciativa ha sido hacer un llamamiento a los padres para que se impliquen y traten de corregir conductas que resultan nocivas para sus hijos. Los expertos coinciden en asegurar que el uso excesivo de los dispositivos móviles comporta riesgos físicos, psicológicos, emocionales y sociales.

Aparcamiento de móviles

Una de las soluciones que propone el instituto de Sollana es crear un «parking de móviles», es decir, a partir de cierta hora de la noche, dejar aparcados en un lugar de la casa todos los teléfonos. También es importante que los adultos den ejemplo y eviten un uso abusivo del móvil. Otras opciones son desconectar el router o confiscar el teléfono del menor cuando se vaya a dormir. Según recuerdan, el alumno debería estar durmiendo, como muy tarde, a las 12 de la noche. No hay que olvidar que los adultos también suelen tener una fuerte dependencia del teléfono móvil. Por eso también se recomienda dejar los dispositivos fuera de la mesa a la hora de comer o cenar.

Ordenador controlado

Estos consejos se tratan en la denominada Escola de Pares, que lleva funcionando desde hace unos años en el centro y en la que se celebran charlas sobre los principales problemas que afectan a los adolescentes. Así, por ejemplo, también se recomienda controlar la actividad de los hijos en las redes sociales y, como solución, se propone ubicar en un salón u otra área común de la casa el ordenador que se utilice para conectarse a las redes sociales. El uso del popular Whatsapp o el control que pueda ejercer la pareja sentimental también son otros temas que abordan para evitar riesgos.

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