José Miguel Fos, alcalde de El Perelló durante casi nueve años, arrojó ayer la toalla. Renunció al cargo que ha ostentado en tres legislaturas consecutivas, aunque la dimisión también la hizo extensiva a su condición de concejal de la entidad local menor y a la de presidente de la agrupación local del Partido Popular (PP). En su decisión pesó la frustración que siente por los contínuos casos de corrupción que salpican a dirigentes de su partido. Su marcha, de hecho, beneficiará al PSPV, que gracias a la dimisión podrá acceder a la alcaldía perellonera.

Fos aseguró a este periódico sentirse tranquilo y liberado tras haber abandonar la política. Tras 25 años, afirmó que se marcha «satisfecho y orgulloso, pero cansado, agotado y desmoralizado por la situación política actual a todos los niveles». Los casos de corrupción que están saliendo a flote le han ayudado, a tomar la decisión. «No es la única razón, pero han ayudado mucho a mi desmotivación», aclaró a Levante-EMV.

Se marcha fiel a su organización política, aunque «decepcionado por personas que estaban en el PP, pero no del PP como partido, que tiene el respaldo de 800.000 afiliados», matizó a este periódico. «El hecho de que 70 personas, que son los que me han defraudado y desmoralizado, no significa que lo haya hecho el partido», dijo. «Estamos aguantando el chaparrón que nos ha venido por culpa de esa minoría corrupta que nada tienen que ver con esos miles de afiliados, que son honradísimos, y que trabajan todos los días por su sociedad y sus poblaciones», añadió.

Un0 de los aspectos «muy positivos» para el alcalde dimisionario y de los que se siente más satisfecho «es haber dado competencias al PSPV, que han sido un ejemplo». Precisamente el socialista, Andrés Fernández, le sustituirá en el cargo. Las presidencias de las entidades locales menores valencianas se eligen por el sistema de listas abiertas. Fernández fue el segundo más votado después de Fos en los comicios municipales del pasado mes de mayo. De momento el edil Juan Botella (PP) ha asumido la condición de alcalde en funciones tras la inesperada dimisión.

En el momento del adiós, Fos dijo sentirse seguro de abandonar con los deberes hechos. Admitió haberse presentado a las últimas elecciones con el único objetivo de ver concluido el nuevo colegio «por una cuestión de responsabilidad». «No me habría perdonado nunca que esa escuela se hubiera quedado a medio construir», expresó. Y anunció que la obra está acabada y podría inaugurarse en cuestión de semanas una vez superados detalles administrativos o técnicos como los de suministro eléctrico, boletines de gas o licencia de actividad.

«Todos los objetivos que me marqué, que no han sido pocos, están ya en marcha: el centro de salud, el centro de mayores, el campo de futbol, el cine, el colegio», detalló. Y destacó que en 25 años dedicado a la política institucional se logró constituir El Perelló como entidad local menor. Tras reconocer que ha habido «cuestiones muy difíciles de torear», reconoció encontrarse «vacío de objetivos, y desmoralizado por la situación actual política de corrupción. Por ello, lo mejor que puedo hacer es retirarme con todos los honores y dejar paso a otras personas que entra con ilusión».