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Un plan comarcal movilizará viviendas públicas y privadas para familias necesitadas

La Mancomunitat crea un nuevo servicio que fomentará alquileres sociales y que también contempla un protocolo contra los desahucios

Bloque de viviendas de protección pública en Alzira. v. m. p.

La junta de gobierno de la Mancomunitat de la Ribera Alta acordó ayer impulsar la creación de un servicio de vivienda para poner a disposición de familias necesitadas mediante un alquiler social todos los pisos o casas disponibles, sean viviendas públicas actualmente vacías o propiedad de entidades bancarias, que también contempla la elaboración de un protocolo de actuación contra desahucios y el asesoramiento y mediación a las personas que tienen dificultades para hacer frente a la hipoteca. La propuesta de creación de este Servei Mancomunat d'Habitatge será ratificada previsiblemente en el pleno que la Mancomunitat celebrará a principios de marzo.

El ente que preside Txema Peláez convocó ayer a los alcaldes de municipios de más de 10.000 habitantes para exponer el proyecto, que aborda el problema de la vivienda desde diferentes perspectivas. Por una parte, contempla la realización de un inventario para conocer el estado de las viviendas de protección pública existentes en cada uno de los municipios que se adhiera para ponerlas a disposición de los potenciales usuarios en el menor tiempo posible y, en esta línea, se plantea la firma de convenios con la Conselleria de Vivienda para la reparación de pisos sociales del parque público que se encuentren vacíos y precisen de esta rehabilitación.

El proyecto también pretende «movilizar» el estock de viviendas que la crisis económica ha dejado en manos de las entidades financieras y que carezcan de inquilinos, para lo que se elaborará un registro de viviendas vacías en manos de entidades bancarias. Los municipios estudiarán medidas que penalicen el «no uso social» de estas casas y entre las alternativas que se contemplan se apunta desde un recargo en el IBI a una posible expropiación. El plan también contempla el establecimiento de incentivos para que propietarios que dispongan de una segunda vivienda vacía las aporten al programa de alquiler social que impulsa la Generalitat denominado Xarxa Lloga.

Asesoramiento

Los esfuerzos por ofrecer alternativas a familias que han perdido su casa o no disponen de recursos se complementarán con otras funciones que la Mancomunitat asignará al nuevo servicio de la vivienda, entre los que destaca la elaboración de un protocolo de actuaciones contra los desahucios en coordinación con la Generalitat. Asimismo, se pretende realizar un seguimiento de viviendas ocupadas por familias en situación de riesgo o que se encuentran en procesos de desahucio y ejercer una labor de asesoramiento, orientación y mediación para evitar que puedan perder sus viviendas.

Este servicio también se encargará de acercar la información sobre la posibilidad de optar a ayudas en materia de vivienda a los diferentes colectivos -desde las ayudas para evitar la pobreza energética a aquellos jóvenes que buscan su primera vivienda- y, por último, de la mano de los departamentos municipales de Servicios Sociales, se contempla realizar proyectos de intervención o acompañamiento para la reintegración social de las personas que ocupan las vivienda para evitar a formación de guettos.

El alcalde de Alzira y vicepresidente de la Mancomunitat, Diego Gómez, tenía intención de impulsar este servicio en la capital de la Ribera Alta aunque finalmente se gestionará a través d ela Mancomunitat entre aquellas localidades que, una vez se aprube formalmente su creación, decidan adherirse.

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